Es lo que tienen los eventos gastronómicos, su capacidad de atracción, que lleva a que se supere cualquier tipo de adversidad. Fue lo que sucedió ayer en el concello de Beariz, que se convirtió en la cuna del porco celta, una raza de la tierra que se está recuperando para el deleite de los paladares. El evento se celebró, por sexto año consecutivo, en un día desapacible de frío y lluvia, no en vano el día anterior había nevado.

Pero al pabellón municipal de Beariz, que palió en gran medida el desapacible día, acudieron en torno a 800 personas que dieron buena cuenta de un menú que no dejo indiferente a nadie y en el que no faltó la empanada de porco celta, los chorizos con cachelos (patatas cocidas) y, como no, la estrella de la fiesta: porco a brasa, que fue una de las innovaciones de la presente edición.

Se sacrificaron 25 porcos de 25 kilos cada uno, pertenecientes a la Sociedad Agraria de Transformación (SAT) Oural, que es la que desde hace seis años lleva a cabo la recuperación, producción y comercialización de un producto que, como aseguró ayer su responsable, José Balua, está cada vez más en alza. El objetivo que persigue la entidad no es otro que llegar a alcanzar los 400 porcos celta al año, con lo que le convierte en la mayor explotación de Galicia y del mundo.

En esta ocasión, ejerció de pregonero el conselleiro de Educación y Cultura, Jesús Vázquez, que durante su intervención cantó las excelencias de una raza autóctona, así como esas características que lo hacen diferentes a otras razas porcinas que existen.

Entre los invitados al convite gastronómico se encontraba el expresidente de la Diputación, José Luis Baltar, que, y aunque como él mismo asegura, pasara a ser una "persona anónima", es fiel a esta fiesta, Compartió mesa, mantel y porco celta con su sucesor al frente de la institución, su hijo Manuel Baltar, además de con el delegado territorial de la Xunta, Rogelio Martínez y el subdelegado del gobierno, Roberto Castro.

El alcalde de Beariz, Manuel Prado, se mostraba satisfecho por la participación, que, según reconocía, superó las expectativas que tenían, a pesar de las adversidades climatológicas, que se habían convertido en el principal inconveniente para trasladarse hasta esa zona de la provincia en el día de ayer.

La que no faltó, como es habitual, fue una nutrida representación de la emigración, junto con el presidente del Centro Español en Panamá, Jovito Pérez, y los cónsules de este país en Vigo y A Coruña.