Comunicado sobre comunicado, la Xunta reprodujo ayer la voluntad de adoptar una solución para que los niños de 3 a 11 años del colegio de Infantil y Primaria de Os Rosais vayan a clase sin pasar frío a pesar de los fallos evidentes de un innovador sistema de calefacción que no calentaba. El clamor de padres y alumnos, la pasada semana, a las puertas de un centro educativo casi a estrenar que costó 3,8 millones de euros, sirvieron de acicate para que interviniera el Valedor do Pobo. Benigno López abrió una queja de de oficio solicitando conocer las medidas a la Consellería de Educación y Cultura, que el departamento autonómico refirió poco después.

La consellería colocará radiadores convencionales en las aulas, aunque la prioridad sigue siendo, según fuentes autonómicas, optimizar el sistema de climatización incluido en el proyecto. De hecho, tanto el arquitecto como el aparejador de obra, acompañados de técnicos de Educación y de un laboratorio de control, analizaron las mediciones de temperatura realizadas en la última semana.

El sistema de calefacción funciona por la circulación y convección de aire, está situado en los techos de las aulas y "en ocasiones no acumulaba el calor necesario para mantener las instalaciones a una temperatura óptima", admite Educación. Según denunciaron los padres, hubo mediciones de solo 12 grados en zonas comunes como el comedor. Después de solo 16 meses abierto y con quejas reiteradas desde el primer día, se evidenció una mala instalación en las entradas de aire de ventilación, por donde se filtraba frío. En previsión de una ola de frío que bajará el termómetro bajo cero, la Xunta prevé colocar calefactores "además de mantener el actual sistema de calefacción encendido las 24 horas del día para caldear las aulas".