Las diferencias que mantienen la Xunta y el Concello de Ourense, con intercambio de reproches por las posturas que defienden, provocan la paralización de la puesta en funcionamiento del transporte metropolitano de la comarca de Ourense, de la que forman parte, además de la capital, otros siete concellos: Amoeiro, Barbadás, Coles, Pereiro de Aguiar, Punxín, San Cibrao das Viñas y Toén.

El conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, Agustín Hernández, fue concluyente al señalar al Concello de Ourense como el "único responsable" de que se demore la puesta en funcionamiento del transporte metropolitano, de especial relevancia para la comarca de Ourense y que afecta a más de 135.000 personas.

Sostiene que debe ser el gobierno bipartito el que explique los motivos de esa paralización, sobre todo después de que otras ciudades –y citó a Coruña o Lugo– suscribiesen el documento elaborado por la Xunta para la puesta en marcha del transporte metropolitano, algo que no sucede en Ourense.

Además de ratificar su apoyo al director xeral de Mobilidade, Rodríguez Bugarín, que trasladó al Concello de Ourense la negativa a la creación de una comisión técnica, como había solicitado, y a aceptar las modificaciones que se plantean, como la ubicación de intercambiadores en zonas de la periferia y suprimir las paradas en el centro de la ciudad.

Pero Agustín Hernández evitó cerrar la puerta a una negociación que permita superar el bloqueo en que se encuentra, y aseguró: "No tengo ningún inconveniente en reunirme con el alcalde de Ourense [Francisco Rodríguez] y superar esta situación".

Aunque a tenor de las posturas que mantienen las dos administraciones en estos momentos, el acuerdo que permita avanzar para implantar el transporte metropolitano es a día de hoy prácticamente inviable, con lo que eso supone para el resto de concellos. Agustín Hernández criticó la "falta de voluntad" del Concello de Ourense, y que es la que impide la creación del transporte mancomunado de la comarca de Ourense.

Informe técnico

La concejala de Mobilidad, Susana Bayo, dijo no entender la postura de la Xunta, en lo que se refiere a la negativa de crear una comisión técnica, que sería la que se encargase de fijar los criterios, y que tendría en cuenta las reivindicaciones que plantea el Concello de Ourense.

Además de recalcar que "no es un capricho la negativa a firmar el documento" que presentó la Xunta, Susana Bayo esgrime como argumento de peso los informes técnicos y económicos con que cuenta el gobierno bipartito, y que según reveló "desaconsejan firmar", con lo que la decisión que mantienen "es técnica y no política como se quiere hacer ver".

A este respecto, defiende la propuesta de crear un comisión técnica, con representantes de la administración autonómica como del propio Concello, que se encargaría de analizar la situación y elaborar un documento, y apela a la autonomía municipal para gestionar el transporte urbano. Y envió un mensaje a los responsable de la Consellería de Medio Ambiente, en el sentido de que "no se le llene tanto la boca de culpar solo al Concello", y busque un acuerdo.