Con la renuncia definitiva de José Luis Baltar a su carrera política desaparece el último barón popular de Galicia y se abre una nueva era para el PP de Ourense. Tras sucederle hace dos años en la presidencia del partido provincial, su hijo Manuel Baltar se sentará también en el sillón que su padre ocupó durante 22 años en la Diputación y desde el que llamó "veletas" a los dirigentes de su partido en Galicia. Le sucede su misma sangre y apellido, pero donde el padre puso peros, el hijo ve "compromisos".

Manuel Baltar compareció ayer ante los medios de comunicación a las 12 horas como candidato a la presidencia de la Diputación Provincial de Ourense inmediatamente después de que el presidente y dos vocales del comité electoral provincial del PP hiciesen público el nombre del aspirante, elegido por unanimidad y a voz alzada 45 minutos antes. Aunque no se trataba de ninguna sorpresa, el secretario Rosendo Fernández y los vocales Ana Belén Vázquez y Antonio Mouriño, comunicaron la decisión en una comparecencia cargada de protocolo.

Tras conceder un "posado breve" a los gráficos, Manuel Baltar expresó su "grandísimo honor" porque "el único nombre barajado fue el mío", y se comprometió a trabajar con "convicción, ganas y mucha fuerza". No aclaró si había hablado personalmente con el presidente del partido en Galicia, Alberto Núñez Feijóo, pero afirmó que "está informado puntualmente de cada una de las cuestiones que suceden en el PP de Ourense. Sabe el resultado de la propuesta y está apoyando todas las decisiones que se toman aquí".

Manuel Baltar evitó entrar en polémica con el PP de Galicia, tomando un camino diferente al que había seguido su padre, especialmente desde la brecha abierta hace dos años a causa del congreso provincial. Baltar Blanco, que ahora asume la doble responsabilidad de dirigir la Diputación y el partido, optó ayer por aparcar la confrontación y alabar la gestión del gobierno de Núñez Feijóo en Ourense, a quien presentó ayer como el jefe de un gobierno "que no miente", que "cumple lo que promete" y que ha hecho "una clara apuesta" por las provincias del interior. De la impronta de Feijóo en Ourense loa el Plan Impulsa y el proyecto de innovación sanitaria denominado Hospital 2050. Así, frente a los proyectos del bipartito que quedaron en "papel mojado", Manuel Baltar destacó los logros del equipo de Feijóo, que "en momentos en los que económicamente nadie puede sacar pecho", se ha volcado con Ourense para invertir en calidad asistencial y en mejora de las infraestructuras, como la autovía de Celanova "tan importante para la provincia".

Sin embargo, el futuro presidente de la Diputación, lamentó que algunos de los "compromisos reales" de Feijóo con Ourense han chocado con la "chapucera" tramitación del gobierno municipal de la ciudad, en relación al proyecto Cidade da Xustiza, que prevé una nueva sede en el barrio de O Couto.

También quiso suavizar las críticas que José Luis Baltar dirigió a la Xunta de Feijóo por su escaso apoyo a la provincia: "Eso es porque un político nunca está conforme, se marca retos y objetivos; siempre quiere más".