Personal de Urgencias del Complexo Universitario Hospitalario de Ourense (CHUO) sostiene que algunos pacientes permanecen en observación hasta tres días, a la espera de que los deriven a una planta o que los manden a su domicilio, incumpliendo las recomendaciones del Ministerio de Sanidad y del Plan Funcional del Servicio, que establece dicha estancia en 24 horas como máximo. Los trabajadores afirman que el nuevo sistema de gestión del CHUO ha provocado que las observaciones aumenten del 10% al 40% en los últimos tres meses, lo que trae consigo una "saturación de Urgencias", provocando el "amontonamiento de camillas en los pasillos", privando a los enfermos de intimidad, al no disponer de baño propio ni ducha.

Más de medio centenar de trabajadores se concentraron ayer delante de la puerta de Urgencias, para denunciar lo que consideran un "retroceso significativo" en la atención asistencial del servicio, provocando de forma puntual "situaciones de auténtico caos", que según su criterio repercute de forma negativa en la calidad asistencial y en la seguridad del paciente. Por todas estas razones, los manifestantes llegaron a pedir la dimisión de la gerente del CHUO, Eloína Núñez, durante la protesta.

En cambio, la dirección de la gerencia de gestión integrada de Ourense, Verín y O Barco de Valdeorras rechaza las críticas del personal sanitario, argumentando que gracias a la puesta en marcha del nuevo sistema de trabajo, se están "mejorando los tiempos de atención e ingreso".

La dirección insta al colectivo de enfermería y a las centrales sindicales que apoyan los actos de protesta, a no alarmar a la población, "confundiendo reivindicaciones laborales con problemas asistenciales". Y resalta que el pasado domingo, día 22, el CHUO contaba con 56 camas libres, a las 22 horas, 93 el sábado y 56 el miércoles, "no existiendo, por lo tanto, carencia alguna en la capacidad de hospitalización.

La gerencia admite que, como es habitual en estas fechas en todos los hospitales del entorno, el CHUO afronta estos días el repunte de urgencias, por lo que tiene que habilitar espacios de hospitalización. Y reconoce que a veces se producen "situaciones de incomodidad" para los pacientes y sus familiares, por lo que pide a los ciudadanos que utilicen este servicio con responsabilidad, solo para atender casos graves.

Los trabajadores resaltan que el día 6 de enero quedaron en el servicio de urgencias 38 camas en la sala de observación, en la de espera de resultados y en los boxes. Y la situación se repitió el día 11 de enero, con 40 pacientes, a las 8,30 horas de la mañana en observación.