El salón de plenos de Ribadavia acogió ayer el acto de entrega del premio Samuel Toledano al Centro de Estudios Medievales (CEM) por "promover los vínculos de Ribadavia con la cultura judía", indicó Miguel de Lucas, miembro de la Casa Sefarad de Israel, quien aseguró que "seguiremos haciendo cosas en Galicia, y en Ribadavia por ser un referente de la cultura judía".

El que el coordinador de la Comisión del Premio Samuel Toledano, Abraham Hain, destacó que es la primera vez que "entregamos a una institución el diploma y el escudo dos veces", recordando que el CEM de Ribadavia se fundó en 1998, y que la comunidad judía de esta villa alcanzó una población de 1.500 habitantes.

Tras la entrega del diploma al presidente del CEM, José Luis Chao, y de un escudo de madera con un tallado en plata de la muralla de Jerusalén a otra miembro de la directiva del centro, Josefina Pena, y del agradecimiento por este premio, se procedió por parte de Abraham Hain a realizar el ritual judío del Hanuka.

Este rito consistió en el encendido de las nueve velas de un candelabro. El primer invitado a encender la vela fue el alcalde de Ribadavia y luego el presidente de la Diputación José Luis Baltar, ya que según Han este último "en el pasado empujó las actividades del Centro de estudios medievales". Le siguieron Chao y otros invitados. Al terminar hubo una degustación de dulces hebreos.

Mientras tanto, fuera del salón de plenos, un grupo de personas se concentraron pacíficamente, en protesta contra este premio y por la presencia de representantes de ese país, portando una pancarta que decía en inglés "Israel no existe", pues consideran que es un Estado que "tortura, humilla y asesina a niños, hombres y mujeres", según dijo uno de los concentrados.