El espectacular y amenazante incendio de Vilar de Astrés inició la cuenta de 72 horas fatídicas en el monte de Ourense. La provincia, con una masa forestal de 575.000 hectáreas, ha perdido más de 800 en solo tres días, entre el viernes y el domingo. Desde Vilar, con la tensión en vena de cientos de vecinos de la periferia norte de la capital, hasta el extremo oriental, en Valdeorras, donde el mayor incendio del verano, extinguido a última hora de la tarde ayer tras dos días y medio vivo, devoró cerca de medio millar de hectáreas.

Un fuego intencionado de hasta 7 focos, y reproducido en sus estertores al día después, asedió decenas de casas, obligó a desalojar viviendas, destrozó fincas y galpones, y provocó algunos daños en al menos dos edificaciones. El domingo a las 21 horas, dos días y medio más tarde, quedó extinguido. Ardieron 120 hectáreas.

Valdeorras ha sufrido la proximidad lacerante del fuego y, al igual que en Ourense, fue preciso activar el nivel 1 ante la posibilidad de evacuaciones. Vilardexeos, una aldea de Rubiá, quedó sitiada entre varios focos y al borde del desalojo, y en origen, las llamas rondaron un centro geriátrico en la parroquia de Sobradelo. Ayer a las 21 horas, el mayor incendio del verano quedó sofocado. Participaron una gran cantidad de medios: 2 técnicos, 16 agentes forestales, 43 brigadas, 14 motobombas, 4 palas, 11 helicópteros y 11 avións. Además, se requirió la presencia de efectivos militares de la UME.

O Pereiro, Sarreaus, Ribadavia y Oímbra sufrieron otros focos que, en conjunto, han devastado más de 185 hectáreas de masa forestal. Ayer, la villa del Avia registró un leve rebrote, un conato, del fuego que se dio por extinguido el domingo. Además, ardió el monte en Cualedro y en Bande, donde se vio afectada menos de una hectárea.