Al ritmo de "muiñeira" y al son de los "gaiteiros". Así fue como se inició el pasacalles de los "espantallos" en Lumeares, un pequeño pueblo del municipio ourensano de A Teixeira.

Este es el segundo año consecutivo que la Asociación de Vecinos de esta aldea decide poner en marcha esta iniciativa con el objetivo de mantener vivas y en activo estas calles y su gente.

En esta fiesta, amenizada por la banda de gaitas "Airiños de Caldelas", de Castro Caldelas, participan desde los más pequeños de la casa, como es el caso de Roque, un joven de 10 años, que se mostró muy animado durante el transcurso de la mañana, hasta los mayores, de los cuales algunos incluso se animaron a echar un baile.

En esta aldea ourensana, con unas vistas privilegiadas, pues se encuentra muy cerquita del Cañón del Sil, se respiraba, entre todos los asistentes, un ambiente muy agradable.

Con el grito "Hoy los protagonistas de Lumeares son los espantallos" (señalando a unos que se encontraban en la entrada del pueblo) los vecinos de Lumeares daban por iniciado el día en que, según explicaban, "se inaugura el día del espantallo".

Pasacalles

El pasacalles consistió en ir caminando, cada uno con su particular atuendo, que como contaron, "cada uno coge lo que tiene en casa a mano", y no hay nada estipulado para la vestimenta, por cada una de las calles de la aldea, y en aquellas en las que se encontraban un "espantallo" o espantapájaros se paraban. En total había cuatro paradas, y en cada una los propietarios ofrecían bica y licor café, que junto con gazpacho, vino y licor de hierbas eran los productos que se pudieron degustar.

Además de vecinos participaron gente de todas partes, incluso había chilenos, andaluces o catalanes.

El pasacalles terminó, a las 13.30 horas con una misa. Por la tarde hubo partida de tute a las 18 horas, un mago a las 21 y el punto final lo puso la cena popular, que congregó a 160 personas y la posterior verbena.