Las fiestas de A Ponte ya no son lo que eran. Atrás han quedado los años en los que cantantes y orquestas de ámbito español hacían que las calles de este barrio a las orillas del Miño se llenaran de pontinos dispuestos a disfrutar de la fiesta del patrón de Galicia, Santiago. Los recortes económicos y la actual crisis que atraviesa nuestro país han provocado que estas fiestas casi caigan en el olvido, ya que a veinte días de su celebración aún no había nada preparado.

A Ponte es el barrio más grandes de Ourense. Su población supone el 32% de todos los residentes en la ciudad, y a pesar de ello, parece que sus comerciantes no han querido ver la riqueza que puede dejar una fiesta como es la del Apóstol en la capital y en el barrio concretamente.

Donación del Concello

La financiación de este año, que asciende a una cantidad de 25.000 euros, ha corrido a cargo del Concello de Ourense junto con las donaciones que algunos vecinos han querido hacer, tal y como ha afirmado Manuel Estévez, miembro de la Asociación Artística A Troya. "No hemos pedido nada a nadie, somos conscientes de que este es un año duro", comenta.

Aún así, tanto Estévez como el resto de los miembros de la asociación han querido resaltar que la organización de las fiestas ha requerido de un esfuerzo cuantioso, ya que a veinte días de las mismas aún no había nada organizado. Por su parte, Manuel Martín, vecino del barrio que quiso aportar su grano de arena, resaltó que las dificultades habían sido varias, "empezando por el presupuesto, que este año se ha visto reducido, pero aún así, decidimos seguir para adelante".

La principal atracción de estas fiestas, los fuegos, no se verán perjudicados por este recorte, ya que sus propios organizadores adelantaron que "el espectáculo será el mismo que el de años anteriores. El dueño de la pirotecnia Josma es vecino de A Ponte y nos ha ajustado los precios para que podamos ofrecer a los pontinos un espectáculo de calidad", matizó Manuel Estévez.

Así mismo, Manuel Martín quiso hacer un llamamiento a todos los comerciantes de la zona, " espero que este susto les haya servido para que el próximo año se involucren más con la organización de las fiestas del barrio", apostilló.