Don Gregorio (el maestro republicano de "La lengua de las mariposas") era apresado ante los gritos de la muchedumbre. En medio de ella se encontraba un alumno confundido y desorientado por los mandatos de sus padres. Él tan solo podía desahogar su rabia repitiendo todas aquellas palabras que su mentor le había enseñado.

El grupo de profesores o maestros represaliados durante la Guerra Civil o el franquismo ha sido investigado y sacado a la luz en numerosas ocasiones. No ocurre lo mismo con el colectivo de médicos o profesionales de la sanidad en general,que también sufrieron en sus propias carnes los castigos del dictador, de los cuales tan solo encontramos algunas publicaciones.

El psiquiatra y exdirector del Hospital Provincial de Ourense, David Simón Lorda, fue el encargado de rescatar la memoria histórica de los represaliados de su profesión en su ciudad natal, en particular, y en Galicia, aunque en menor medida. El trabajo fue titulado: "Médicos ourensanos represaliados en la Guerra Civil y la posguerra. Historias de la ´longa noite de pedra´". La publicación se centra en el periodo de la Guerra Civil Española y la primera década de la posguerra (hasta el año 1950, aproximadamente). Con la denominación de esta etapa como "Longa noite de pedra", el autor pretende "hacer un homenaje al escritor Celso Emilio, autor de esta obra". El poeta de Celanova se encontraba en el momento de la escritura de la pieza en el mosteiro de su villa natal, lugar que se utilizaría como prisión durante la contienda.

Simón destaca que "el libro se basa en microbiografías del colectivo médico ourensano represaliado", aunque también cabe en él una mención a profesionales de la enfermería, practicantes, etc.

Partes del volumen

La estructura de la publicación se detiene primero en una "visión panorámica" de la medicina en la II República, para dar paso más adelante a retratar el golpe de Estado encabezado por el general Francisco Franco, y dejar constancia así de la "depuración que se realiza en el Hospital Provincial después de este". Tras la Guerra Civil, Simón se centra en las microbiografías de los médicos ourensanos y la represión en el resto de la medicina gallega. Por último, el texto tiene como eje el apoyo de los médicos y sanitarios a los maquis, aspecto sobre el que el autor reconoce que "el proceso de averiguación ha sido más dificultoso y complicado".

La obra es fruto de un intenso trabajo de investigación en el que el autor ha consultado fondos del Archivo Histórico Provincial, el Archivo de la Diputación o la Hemeroteca de la Biblioteca Pública de Ourense. Esta labor de indagación se extendió en el tiempo durante unos "4 o 5 años". No obstante, el psiquiatra subraya que "en esta labor de documentación y consulta de fuentes, el recurso a la fuente oral, como las entrevistas con los familiares, ha sido fundamental". Esto le ha permitido conseguir una humanización de las historias que se cuentan en "Médicos ourensanos represaliados durante la Guerra Civil y el Franquismo".

Dos ediciones

La primera edición del volumen fue publicado por la Fundación 10 de Marzo en el año 2001-2002. Sin embargo, y gracias a la repercusión que ha tenido el conflicto de la memoria histórica, Simón Lorda ha ampliado su labor de rescate de datos sobre el tema, y diez años después ya ha sido difundida una segunda edición. Por este motivo, el psiquiatra reconoce que "la segunda tanda de investigación ha sido menos dificultosa y más fructífera". Además, Simón Lorda apunta que "en principio había reticencias por parte de algunos familiares para contar sus historias". Por otro lado, y relacionado con el tema de la memoria histórica, el exdirector del Hospital Provincial de Ourense subraya que "la recuperación de la historia produce un efecto reparador en la memoria y en el dolor." La generación posterior, es decir los familiares más directos de los represaliados, son a menudo contrarios a indagar en la pena y el dolor. Quizás porque ellos también han sufrido en su piel las consecuencias de una de las épocas más negras de la historia de España. Han vivido toda su vida con el miedo en el cuerpo: el elemento más destructor de todo y, sobre todo, de la memoria. Por este motivo, Simón destaca que son, en ocasiones, los nietos los que sacan a la luz las verdaderas historias de sus abuelos. Son ellos los que se atreven a escarbar en el pasado.