La hija mayor del diseñador Adolfo Domínguez, Adriana Domínguez, se casó ayer en el salón de plenos del Concello de Ourense con el asesor financiero madrileño José María García-Agulló y Willis Fleming, en una ceremonia tan íntima como discreta, oficiada por la edil de Cultura, Isabel Pérez, quien agasajó a la pareja con versos del poeta uruguayo Mario Benedetti.

Poco más de una docena de familiares acompañaban a los contrayentes, entre ellos los padres de la novia, Adolfo y Elena, y sus hermanas, Valeria; la mediana y la menor, Tiziana. Esta última, diseñadora y directiva del Departamento de Responsabilidad Social Corporativa de Adolfo Domínguez, acudió acompañada por su prometido, el canario Juan Verde, vicesecretario de Comercio del gobierno de Barak Obama, con el que se casa el próximo 30 de julio en el Pazo de Oca, en A Estrada.

La escueta comitiva llegó a las 12 del mediodía a la consistorial de Ourense, oculta tras los palcos, puestos de cachivaches y churrasco de las fiestas de Ourense. Parcos en palabras, los Domínguez se limitaron a sonreír a las escasas cámaras que les aguardaban.

Adriana Domínguez, de 32 años, que trabaja en la empresa familiar en Madrid tras una breve incursión en el mundo de la moda y el cine, lucía un sencillo vestido corto diseñado por ella y por su padre, de línea ceñida, media manga con ligero abullonado y una pronunciada lazada lateral a la cintura.

"Mi táctica es mirarte, aprender como sos, quererte como sos", recitó Isabel Pérez durante la ceremonia civil a los contrayentes, a los que dedicó estrofas del poema "Táctica y Estrategia" de Benedetti. "Mi táctica es hablarte y escucharte, construir con palabras un puente indestructible". La ceremonia se prolongó por espacio de poco más de quince minutos, mientras comenzaban a llegar a las puertas del Concello contrayentes de otras ceremonias civiles.

Sonrientes, pero esquivos con la prensa, Elena la madre de la novia, con un dos piezas de pantalón y top en color "nude", Valeria la hija mediana con un vestido melocotón de línea evasé, y Tiziana con un vestido de tejido "canvas" de cuerpo ceñido y falda acampanada, diseñado por ella misma y sin despegarse de su prometido, apuraron el trayecto desde el Concello hasta el Liceo de Ourense, donde tomaron un aperitivo.

De Ourense a las Maldivas

No hubo excesos, ni griterío, mantillas floreadas ni limusinas. Los Domínguez prolongaron su patente del minimalismo estético, a la fiesta que se celebró en la casa familiar de A Derrasa, donde le esperaban el ágape, la música y los invitados. Al remate la nueva pareja partió, según dicen, hacia las Islas Maldivas.

El 30 de julio, Tiziana, de 25 años, diseñadora, vegetariana y el sueño de continuidad de su padre, se casará con Juan Verde en A Estrada, con comida y fiesta posterior en los jardines del Pazo de Oca, propiedad de los Medinaceli. "No tengo ojos más que para él", confesó la benjamina de los Domínguez mirando a su novio, con el que se escapó hasta confundirse entre el público de un espectáculo de calle de un Ourense en fiestas. Los ricos también se enamoran.