Contra el control privado de la sanidad y hastiados de la "posición marginal" de Ourense en el plan de infraestructuras sanitarias de la Xunta. Cientos de personas se manifestaron ayer ante la sede del Sergas en la antesala del inicio de las obras en el hospital de Piñor tras el cierre de Toén y el reajuste preciso, con una temida supresión de camas, en el entramado hospitalario del CHOU. Los manifestantes creen que estos cambios son sintómaticos de una deriva del sistema. "Lo público es un servicio, lo privado es beneficio", previenen.

La concentración con personas de adscripción diversa –ciudadanos, sindicalistas, políticos de PSOE y BNG, trabajadores– recorrió en círculos un camino con llegada y salida en la sede del Sergas, en Juan XXIII. La plataforma por la defensa de la sanidad, promotora del acto, apunta a la consellería por "discriminar" a Ourense. "La falta de un plan de inversión", o el trabado plan director del CHOU, "cronifican los importantes problemas que afectan a los derechos básicos de las personas".

La plataforma elevará al Valedor do Pobo –al que también solicita una entrevista de trabajo– un escrito que pone negro sobre blanco los argumentos "para la mejora y dignificación de la asistencia sanitaria en Ourense". El primer y último punto del documento, que sigue buscando adhesiones, exige la puesta en marcha de infraestructuras sanitarias pendientes en Ourense, tanto en el CHOU como en Atención Primaria, no a cualquier precio. "Entendemos que debe ser una financiación enteramente pública. De otro modo, sería una hipoteca muy gravosa para el futuro". El portavoz de la plataforma, Anxo Pérez, lo resumía a FARO: "Si un sistema busca sacar beneficios, bajará la calidad asitencial; finiquitaría el estado del bienestar; nos acercaría más a EE UU que a Europa".

Las consignas de los manifestaciones se equilibraron en la misma dialéctica. "Nuevo hospital, solución ideal" o "Manos arriba, esto es un atraco" pusieron voz al descontento rubricado en las dos pancartas enarboladas por los participantes. La de "Piñor non é a solución de Toén" suscrita por la totalidad de los sindicatos médicos, y la principal, "La sanidade pública en Ourense también existe", uno de los lemas de la multitudinaria manifestación de abril, cuando más de tres mil personas se echaron en la calle en Ourense en defensa de la sanidad pública.