La enfermera que encabeza la lista del PSOE en Baltar, María Esperanza García Fernández, explica que el alcalde de la referida localidad, José Antonio Feijóo, la amenazó para que no se presentara a las elecciones municipales, al querer "hacer un pleno", acaparando los "nueve concejales de la corporación". La razón de fondo parece estar en que con ese resultado "podría convertirse en senador", según una promesa realizada por miembros de la cúpula del PP.

José Antonio Feijóo puso tanto empeño en el objetivo, pese a no revelar nunca la causa imperiosa por la que la corporación debía ser "monocolor", que al parecer llegó a amenazar a algún integrante de la lista con atentar contra su propia integridad física, de lo que intentaron disuadirlo, a pesar de que lo interpretaron como "una medida más de presión".

José Antonio Feijóo reprochó a María Esperanza García Fernández que concurriera a las elecciones municipales, según su propio testimonio, después de que le comunicara que no pensaba participar en las mismas, tras resultar elegida en cuatro convocatorias como concejal del BNG, representación de la que acabó renunciando hace cuatro años, al ver que su grupo no había logrado más que un representante. Por lo que le explicó que hubo "un incidente" que le hizo cambiar de parecer.

María Esperanza García revela que fue al acto de presentación de la candidatura de Esquerda Unida en Xinzo, "porque me apetecía escuchar al doctor Peña Rey, debido a que había estado trabajando con él en el Hospital Santa María Nai, y me apetecía verlo, después de tantos años". Y al salir, cuando iba por la calle con una señora con la intención de asistir también a la presentación de la candidatura del BNG, comprobó que al saludarlos le torcieron la cara. Ese fue el detonante para que aceptara encabezar la lista del PSOE, cuando la llamaron a casa, oferta que había rechazado en otras ocasiones.

La enfermera sostiene que el alcalde utilizó varios argumentos de presión, para convencerla de que no encabezara la lista del PSOE, a pesar de que anteriormente nunca había sacado más de dos concejales, como cabeza de lista nacionalista. Primero la acusó de no cumplir el horario establecido, como trabajadora del Centro de Saúde, a lo que ella respondió que, a pesar de que su jornada laboral está fijada de 10 a 12,30 horas, muchos días permanece en las instalaciones de 9 a 14 horas, además de realizar visitas a domicilios.

El segundo argumento que utilizó contra ella, según la propia María Esperanza García, fue que contrataría una auditoría, para comprobar la limpieza de las cuentas del Concello de Baltar, durante el período en el que ella había formado parte del gobierno bipartito –por causa obligada: debido al pacto que mantiene el BNG con el PSOE a nivel municipal–, con el regidor socialista Silvestre Rodríguez. Por lo que ella le acabó aclarando que algún miembro del grupo de gobierno le había "hecho la cama", políticamente, y que no tenía inconveniente en votar a favor de que se auditaran las cuentas del Concello. María Esperanza García denunció que la habían perseguido durante la jornada del lunes, en el transcurso de los desplazamientos que realizó a la casa de distintos pacientes, con un Renault Megane "del color de los chorizos", al comprobar que no habían surtido efecto las presiones y amenazas anteriores, según declaró la cabeza de lista del PSOE.

La farmacéutica de Baltar, Celsa Cortiñas Moure, explica que las conversaciones que mantuvo con un familiar suyo que pertenece al PP, y con otros cargos del referido partido, "fueron fructíferas", por lo que considera que el tema de las amenazas y presiones –contra ella y su empleada, Carmen González Colmenero –"ha quedado zanjado", aunque aclara que continuará adelante con la demanda judicial y que no tiene previsto rebajar los argumentos de su testimonio, porque "los hechos continúan siendo los mismos". Y se muestra especialmente gratificada por las llamadas de solidaridad que recibió del presidente del Colegio de Farmacéuticos, Vicente Jairo Álvarez Fernández, y del expresidente, Francisco José Pérez Fernández, que le aclararon que no tenían previsto "ningún tipo de actuación", como había insinuado J. A. Feijóo.

Por su parte, el alcalde de Baltar se muestra "muy dolido, porque los titulares que salen en los medios de comunicación ni siquiera se aproximan a la realidad. Estoy contemplando la posibilidad de tomar medidas, al entender que se atenta contra mi honorabilidad y se está dañando mi imagen". Y agrega: "Nada de lo que se está diciendo es verdad".

Feijóo también niega que intentara acaparar todos los concejales de la corporación de Baltar, al albergar la esperanza de convertirse en senador.