Después de aclarar que no pertenece a ningún partido político, confirma al pie de la letra las graves acusaciones que realizó el secretario de Organización del PSdeG, Pablo García, contra el alcalde de Baltar. Según consta en dos denuncias que presentó ante la Guardia Civil y el Juzgado de Xinzo, José Antonio Feijóo la amenazó para que echara a una empleada de su farmacia, en el caso de que persistiera en la idea de integrarse en la lista socialista.

–¿Cómo fue la película de los hechos?

–El alcalde me llamó a mi casa el domingo, día 17 de abril, a las nueve de la tarde, pidiendo disculpas por si molestaba. Y luego indicó que me quería pedir un favor. Yo le dije que si podía, que se lo haría encantada, como a todo el mundo. Y a medida que fue hablando, me di cuenta de que había estado controlando a la gente del PSOE que se había reunido en Xinzo, con Laura Seara, hasta que me preguntó si mi auxiliar formaría parte de la lista. Le aclaré que no lo sabía ni me importaba. Entonces él me pidió que me enterara. Tanto me comió el coco, que me comprometí a llamarla, para comprobarlo. Me llamó de nuevo a las once, y le confirmé que formaría parte de la candidatura del PSOE.

–¿Cómo reaccionó?

–Me dijo que si mi auxiliar iba en la lista del PSOE, tenía que echarla de la farmacia, porque estaba dispuesto a presentar una denuncia contra mí y me hundiría. Que tenía un íntimo amigo en el Colegio de Farmacéuticos, que se llama Paco…, que me vendría una inspección y me cerrarían la farmacia. También advirtió que prohibiría a los simpatizantes del PP que compraran en mi establecimiento. Y hay más cosas que están en la denuncia y no puedo contar.

–¿No terminó la cosa ahí?

–Tuve otra llamada el lunes, a las nueve de la mañana, y a las doce se presentó en la farmacia, hasta que lo eché, por proseguir en su actitud. A las cinco de la tarde me llamó de nuevo. Como sabía que no me iba a poner, dijo que era "un amigo: José Antonio". Yo me puse, porque tengo un amigo que se llama así, precisamente, y me encontré con la sorpresa de que era de nuevo el señor alcalde, para continuar con las amenazas.

–¿Cómo fue evolucionando la cosa?

–A medida que avanzaban las horas, las amenazas iban a más. A pesar de que carece de competencias, me dijo que le prohibía a mi empleada dispensar medicamentos.

–¿Qué sensación le causó a usted, la petición de que despidiera a su auxiliar?

–De decepción, un mal sabor de boca… Cuando él entró el lunes en la farmacia, estaba estudiando mi hija mayor en mi despacho y se puso muy nerviosa, por la actitud que mostraba. Y además sabe que alguien me sigue.

–¿Cómo encaja la situación su familia?

–Nos sacó de quicio a todos. Y hay que darse cuenta de que tengo dos hijas adolescentes. Nos hizo mucho daño psicológico.

–El alcalde la presionó con el cumplimiento de horarios.

–Yo abro la farmacia de 9,30 a 13,30 y de 16,30 a 19,30 horas. Pero como Baltar es un pueblo, si algún vecino viene a la farmacia, mi auxiliar, Maricarmen, lo viene atender fuera de horario, porque vive enfrente.

–Hablan de supuestas negligencias.

–El alcalde dice que en mi farmacia se cometen negligencias, como la firma de no sé qué cosas. Pero aquí yo soy la única que firmo papeles.

–¿Hubo alguna intervención externa?

–Una persona de mi familia que es del PP, a la que quiero muchísimo, se puso en contacto conmigo, al enterarse de lo que había ocurrido. Y le advertí que si el alcalde me sigue atacando, yo me voy a seguir defendiendo. Estoy pendiente de una conversación que esa persona va a tener conmigo.

–De todas formas, usted ya ha denunciado los hechos.

–He presentado una denuncia contra el alcalde de Baltar en la Guardia Civil y otra en el juzgado.

–¿Hay alguna posibilidad de que la convenzan, para que retire las denuncias?

–No voy a retirar las denuncias; yo ya dije que a lo hecho, pecho. El hecho de que yo zanje la situación o siga, depende de la conversación que voy a tener con mi familiar.

–¿Usted no está revelando toda la historia?

–Me hizo amenazas más graves todavía, pero no puedo desvelarlas porque están bajo secreto sumarial.

–¿Usted pertenece a algún partido político?

–Yo llevo desde 1981 en Baltar, y nunca he pertenecido a ningún grupo político.

–Tiene mucho mérito que defienda con tanta contundencia a su empleada.

–Lo hago, porque lo merece. Es una señora estupenda, aparte de muy guapa. Lleva trabajando en la farmacia 22 años.

–¿Por qué le concede tanda importancia el alcalde a que su empleada se pueda presentar a las elecciones?

–No entiendo la obsesión que tiene con mi auxiliar.

–¿Tanto peso tiene su empleada, como para que peligre el respaldo electoral del alcalde?

–Mi empleada vale mucho como persona y como auxiliar de farmacia.

–¿Notó algún castigo de la militancia del PP?

–No, de momento nada.

–¿Teme que se resientan sus ventas?

–Sí, porque de la misma forma que me amenazó a mí, puede amenazar a otras personas.

–¿Exigirá compensación?

–Eso tendría que consultarlo con mi abogado.