Pese al hermetismo con el que toda la familia Domínguez acomete la organización de sendos enlaces, pues ni los amigos han recibido aún la invitación oficial, y al esmero que está dedicando a los pormenores del evento Elena, la esposa del modisto y pieza clave también en los diseños y el éxito internacional alcanzado por la empresa, no ha impedido que transcienda la identidad de los futuros contrayentes

"Sí, es verdad, Juan Verde es mi prometido", reconocía sorprendida a este diario a finales de año Tiziana, la hija ecologista de Adolfo Domínguez durante una campaña contra el calentamiento del planeta celebrada en la Plaza Mayor de Ourense.

Tiziana, directora del Departamento de Responsabilidad Social Corporativa de la empresa Adolfo Domínguez S.L., vegetariana convencida, y autora de sendas líneas de diseño de joyas y ropa con el marchamo de piezas ecológicas, se casa a finales de julio con el canario Juan Verde, vicesecretario de comercio del Gobierno de Barack Obama, de quien fue asesor en la elecciones presidenciales a la Casa Blanca. Juan Verde, asiduo en los dos últimos años en Ourense –entonces no sabíamos por qué– para impartir conferencias sobre energías alternativas y expandir el modelo medioambiental de Obama, y con un verbo dulce y fluido, similar a de su futura esposa Tiziana, fue además el responsable europeo del proyecto contra el cambio climático de Al Gore.

La finca familiar de los Domínguez en A Derrasa, una apología del minimalismo en los ochenta, un momento en el que esta corriente arquitectónica y de diseño no era aún una invasión como la que promueven ahora estudios como el de A-Cero en la estética de todas las del famoseo, podría ser el lugar elegido para el enlace de Tiziana, que luego continuaría con una gran fiesta, en el centenario pazo Pazo de Oca de A Estrada.

Pero la primera en contraer matrimonio este verano, a finales de junio, sería Adriana, la hija actriz de los Domínguez y ocasional modelo de las creaciones de la firma su padre, quien tras unos años de enamoramiento por el mundo de la interpretación, y una exhaustiva fase formativa en la materia, se pasea ahora de incógnito en su moto por el Madrid "vip", donde se ha incorporado también a la empresa familiar.

"¿Pero si Adriana se dejó con su novio hace un año?, ¿Cómo va a casarse?", exclaman amigos de los Domínguez , por lo que se ve austeros hasta en el relato de sus intimidades, a sus próximos.

Pero el afortunado tiene nombre, según relataba ayer la crónica rosa madrileña se llama José María García-Agulló y Willis Fleming, muchos apellidos de prosapia para un descollante asesor financiero de la firma internacional Panbuck Eeurope.

Adriana obtuvo el título de empresariales en París y la titulación de dirección cine en Nueva York, y se casará también con un "brooker" afincado en Madrid.La genética tira.

Nadie sabe todavía cuál será la lista de invitados, ni si Obama asistirá a la boda, pero las crónicas rosas de la villa y corte que anuncian ayer las bodas de dos de las tres herederas del segundo imperio textil gallego, no dudaban en titular con desparpajo, con un "Obama entra en la familia de los Domínguez". Vaya lujo, para Obama.