El presunto sicario de O Carballiño se lamentaba por la economía familiar al descarrilar a última hora el plan por el que aceptó matar a un vigilante de seguridad en Málaga al que su propia esposa situó en el disparadero. La mujer ordenó la muerte; facilitó fotografías, la matrícula, el lugar, la fecha y la hora idóneas a varios usuarios de un foro de internet titulado "asesinos a sueldo". La esposa contactó con un intermediario de Barcelona que se encargó de buscar un ejecutor. El vecino de O Carballiño, un camionero de origen francés, aceptó acuciado por la economía. Necesitaba "dinero rápido" para dar de comer a sus dos hijos. Iba a cobrar 10.000 euros por el crimen a sueldo.

E.E.C.H., excarcelado hace dos semanas, acudió a un hotel de Málaga donde, según el contacto barcelonés, le esperaba un sobre con un arma (dijo que no tenía dinero ni posibilidades de comprarla en O Carballiño) además de un anticipo. El resto de lo pactado llegaría a posteriori. Tras gastarse en el viaje 300 euros de su malogrado bolsillo, le recriminó al intermediario "qué daría de comer" a los niños. Con esta secuencia de hechos a la que ha tenido acceso FARO y otros episodios de presuntas palizas, amenazas y planes de homicidios, esquematizan los investigadores el alcance de la red desarticulada por la Guardia Civil con el arresto de 14 personas y ramificaciones en un total de doce provincias de España.

Según averiguaciones de este periódico, la esposa del vigilante de seguridad facilitó a los usuarios del foro de internet, con dominio en México y ya clausurado, un dato crucial para asegurar el crimen. Aportó una foto, la matrícula, el lugar de trabajo y residencia pero, como el esposo ejerce en la seguridad privada, también llegó a precisarles la franja horaria en la que no llevaba armas, durante la prestación de un servicio que se prolongaba por tiempo de dos horas.

Dicha información fue remitida al barcelonés detenido que figuraba de puente entre los deseos de la inductora y las necesidades del carballinés. Cruzaban comunicaciones electrónicas, unos correos que, al parecer, están fechados entre agosto y septiembre de 2009.

Sin embargo, los contactos entre los dos se enfriaron a raíz del viaje inútil a la provincia de Málaga; aunque no embarrancaron. Los investigadores atestiguan que E.E.C.H. continuaba convencido en convertirse en sicario como modo de vida en tiempos de crisis. El carballinés, detenido y encarcelado en febrero pero en libertad con cargos desde hace dos semanas tras pagar 2.000 euros de fianza, urgía trabajos a sueldo y pedía "tener un padrino".

Según fuentes de la investigación, reconoció haber recibido otro encargo para realizar un "trabajo" en Castilla y León. Debía dar una paliza a una persona pero se negó a ello, supuestamente porque requería contacto físico y "el cuerpo a cuerpo no le interesaba por los daños colaterales".

E.E.C.H. puntualizó los hechos cuando fue puesto a disposición de la juez de O Carballiño que lo envió a la cárcel y se inhibió en favor del juzgado instructor de Navarra encargado de centralizar la operación contra la red. El vecino de O Carballiño dijo que buceaba en la red para encontrar trabajo. Según él, llegó al foro tras teclear un modo de ganar dinero rápido. Fortuitamente accedió al foro de las ofertas criminales. Actuó "por curiosidad" , y sin ánimo de llegar al final.

La investigación policial fructificó tras activarse a finales del verano de 2009 gracias al aviso de un ciudadano de Pamplona que alertó de la existencia del foro "asesinos a sueldo". La Unidad Orgánica de Policía Judicial dirigió el arresto de un total de 14 personas y la imputación de otros dos por delitos de tentativa de homicidio y actos preparatorios, de provocación o proposición para atentar contra las personas. En total se trata de 14 hombres y dos mujeres con edades comprendidas entre los 17, y por tanto menor, y los 53 años. Hay extranjeros implicados, la gran mayoría de países latinoamericanos. La Guardia Civil actuó en Alicante, Almería, Barcelona, Castellón, Madrid, Málaga, Murcia, Tarragona, Valencia, Vizcaya y Navarra.

Hubo otros casos notorios además del presunto intento del carballinés. Uno de los detenidos, explica la Guardia Civil, expresó su intención de matar a sus padres. Otros fueron contratados para ejecutar acciones en Palencia o Palma de Mallorca. Otro más llegó a pagar 4.000 euros por intimidar a un conocido en Valencia. El contacto en el foro daba paso a otros medios como el correo o el móvil, que cambiaban con frecuencia. Los acuerdos se substanciarían en pagos de entre 4.000 y 10.000 euros, el máximo que iba a recibir el carballinés.

En todo caso, los investigadores comprobaron que el perfil de usuarios era variopinto: los había interesados en ofertar crímenes o cobrar por ellos; aquellos "que intentan vivir una fantasía" sin ponderar el riesgo; y un grupo de los que accedían con la intención de estafar. Uno de los arrestados cobró sin hacer el trabajo, dicen fuentes oficiales.