Las comisiones municipales de Hermisende y A Mezquita (Ourense) dejaron ayer, al igual que hace un siglo, sin concretar la delimitación de 1,8 kilómetros de frontera. La reunión tuvo lugar en el Ayuntamiento de Hermisende, y revivió la organizada hace más de cien años.

Como entonces, ayer quedó sin definirse un espacio del que dependen cuatro fronteras: la intermunicipal, la interprovincial, la intercomunitaria (Galicia y Castilla y León) e incluso internacional entre los pueblos de Castromil y Cádavos, ambos en la frontera portuguesa.

Se echó de menos documentación legal, que se limitó a un plano topográfico que data de principios de siglo levantado por el Instituto Geográfico Nacional, y que favorece los intereses de Hermisende.

El órgano instructor, el Ministerio de Política Territorial, convocó la reunión en aplicación la normativa que regula el procedimiento de deslinde de términos municipales pertenecientes a distintas comunidades autónomas.

A diferencia de hace 100 años, ayer sí hubo avances para delimitar parcialmente la linde entre los dos pueblos, aunque no un acuerdo total, que obliga a los ayuntamientos a presentar sus actas con sus respectivas propuestas de delimitación, además de todos los documentos legales con que cuenten en el plazo de cinco días, aunque acordaron un margen de un mes para la documentación técnica de los peritos de cada parte.

Al no haber acuerdo, el IGN emitirá un informe ante el órgano instructor, y posteriormente se dará audiencia de nuevo a los Ayuntamientos, a las Diputaciones y a las Comunidades Autónomas, además de precisar un Informe del Consejo de Estado.

El problema central es que no se ha encontrado documentación legal que recoja el límite físico de los municipios, lo que provoca "precariedad jurídica" según el Jefe de Sección de Deslindes del Instituto Geográfico Nacional, Juan Miguel García Lario. El caso entre Castromil y Cádavos es atípico en el caso de los conflictos entre los ayuntamientos por tener definido el territorio de su jurisprudencia administrativa, como reconoció el experto del IGN, que invitó en un primer momento a los ayuntamientos a intentar un acuerdo. No se trata de cambiar "sino de crear" como precisó el responsable de Deslindes del IGN.

La composición de la comisión técnica da idea de la complejidad del procedimiento, con representación de ayuntamientos, diputaciones, comunidades autónomas y del Instituto Geográfico Nacional, peritos y fedatarios públicos.

Por la comisión de Hermisende asistieron su alcalde, José Ignacio González, y los concejales Dino Fernández, Diego Paulino y Jacinto Nieto; además el perito municipal, Jorge Gutiérrez, y la secretaria de la corporación. El técnico de la Diputación provincial, José Luis de Castro, asistió a esta reunión además de un representante de la Junta de Castilla y León. Por la comisión de A Mezquita estaban convocados el alcalde, José Luis Santamarina, que asistió pese a sufrir una mañana accidentada que obligó retrasar la reunión dos horas, y la concejala, María Teresa Pererira; además del secretario de la Corporación, Santiago Mansilla, y el perito, Enrique Alonso. La Diputación de Orense también estuvo representada, aunque lo que más notorio fue la ausencia de representación de la Xunta de Galicia.

El alcalde de Hermisende abrió las intervenciones para ceñirse al plano topográfico elaborado por el IGN. El tramo desde el límite con Lubián, M1-3T está ratificado pro ambas partes pero, las discrepancias surgen desde este punto en el paraje del Cerro de Las Lagunas hasta la frontera de Portugal entre los mojones 349 y 350 que reclaman para sí cada uno de los ayuntamientos. González se ciño a la presencia de los hitos y amojonamientos con las inscripciones M y H que se ratifican por ambas partes en buena parte de la zona limítrofe. Los representantes de Cádavos en la parte final del límite ya no reconocen esas marcas. Para el secretario de la corporación de A Mezquita lo fundamental era ubicar el Penedo de los Tres Reinos, que no coincide en la ubicación ninguno de los dos pueblos. Para complicar aún más la cosa tampoco está claro el deslinde de la Cámara de Vinhais sobre las marras 349 A y 350. La toponimia también difiere en cuanto a Tres Reis, Penedo de Tres Reinos, Penedo Mozo, etc.

A falta de documentación escrita, el alcalde de Hermisende señalaba que los territorios en litigio son fincas particulares que pertenecen en su mayoría a Castromil, que además pagan el impuesto catastral en la Comunidad Autónoma. Otro indicio es la presencia de una fuente de abrevadero para el ganado que usan tanto Castromil, Cádavos y los vecinos portugueses de Moimenta, donde solo podían entrar a beber pero no a las fincas y comunales colindantes. Buena parte de la argumentación partió de la comisión municipal de Hermisende.

La reunión de la Comisión Técnica, comenzó con dos horas largas de retraso al no aparecer la representación municipal de Mezquita, aunque por causas justificadas. El alcalde se desvió de su destino al ayuntamiento de Hermisende, debido al incendio de un tren en la estación de Vilavella, que obligó al mandatario municipal a personarse en el lugar del suceso hasta que llegaron los equipos de emergencias. Uno de los concejales que debía estar en Hermisende también tuvo que presentarse en la estación para recoger a los pasajeros del convoy siniestrado.