Un total de 25 concellos de la provincia carecen de plan de urbanismo, situación que frena su crecimiento, al encontrarse muy restringidas las posibilidades de hacer nuevas construcciones, además de ser un terreno abonado para la proliferación de edificaciones alegales. El presidente del Colegio de Arquitectos, Xan Rodríguez González, avisa de que se trata de “una actuación fundamental para ordenar el territorio, tan básica en la actualidad como el abastecimiento de agua y el saneamiento”, por lo que debe concedérsele prioridad sobre otro tipo de gastos. La Xunta, además de urgir a los concellos que normalicen su situación, inyecta importantes cantidades de dinero, para que la totalidad de las entidades locales puedan colocarse en “la primera línea de desarrollo”.

Entre los 25 concellos que carecen de plan de urbanismo -tienen que regirse por las Normas Subsidiarias de Planeamiento Provinciales del 3 de abril de 1991-, figuran concellos tan importantes como Viana do Bolo y Baños de Molgas, además de Cartelle, al frente del que se encuentra la secretaria provincial del PP, Carmen Leyte Coello; Muíños, regido por el vicepresidente y portavoz del PP en la Diputación, Plácido Álvarez; y Cortegada, regido por el excomisario de Ourense, Avelino de Francisco, bajo las siglas del PSOE. Los demás municipios que no cuentan con plan de urbanismo son Baltar, Os Blancos, Boborás, A Bola, O Bolo, Cenlle, Chandrexa de Queixa, Lobeira, A Mezquita, Oímbra, Padrenda, Piñor, Porqueira, Punxín, San Xoán de Río, Rubiá, San Amaro, Sarreaus, Vilariño de Conso y Xunqueira de Espadañedo.

Desfasadas

Se rigen por las desfasadas Normas Subsididarias de Planeamiento (NSP) 16 concellos, entre los que se encuentran Bande, con una ordenación de 1987; Carballeda de Valdeorras, de 1995; Castrelo de Miño, de 1985; Coles, 1995; O Irixo, 1992; Maside, 1985; Monterrei, 1989; Parada do Sil, 1985; Petín, 1985; Pobra de Trives, 1994; Quintela de Leirado, 1987; Ribadavia, 1986; A Rúa, 1991; A Veiga, 1997; Verea, 1996; y Verín, 1986. Este último municipio tuvo que recurrir a las NSP, debido a que le fue suspendido el Plan Xeral de Urbanismo que había elaborado, mediante sentencia judicial.

También deberían actualizar las normas, los ocho concellos que se siguen rigiendo por la figura denominada Delimitación del Suelo Urbano, como Beade (1985), Beariz (1994), Gomesende (1982), Larouco (1992), Montederramo (1994), San Cristovo de Cea (1994), Trasmiras (1985) y Vilamartín de Valdeorras (1995).

Seis concellos aplican el POMR, que son Calvos de Randín (1999), Leiro (2003), Manzaneda (2003), Pontedeva (2000), Ramirás (1998) y A Teixeira (2001).

En cambio, cuentan con Plan Xeral de Ordenación Municipal 35 municipios de los 92 que hay en la provincia de Ourense, entre los que figuran Allariz, Amoeiro, Arnoia, Avión, Barbadás, O Barco de Valdeorras, Carballeda de Avia, O Carballiño, Castrelo do Val, Castro Caldelas, Celanova, Cualedro, Esgos, A Gudiña, Laza, Lobios, Maceda, Melón, A Merca, Nogueira de Ramuín, Ourense -afectado por unas ocho sentencias del Tribunal Superior de Xustiza que lo anulan, pero se mantiene en vigor por estar recurridas-, Paderne de Allariz, Pereiro de Aguiar, A Peroxa, Rairiz de Veiga, Riós, San Cibrao das Viñas, Sandiás, Taboadela, Toén, Vilamarín, Vilar de Barrio, Vilar de Santos, Vilardevós, Xinzo de Limia y Xunqueira de Ambía.

La situación del Concello de Ourense es altamente preocupante, debido a que la resolución de un solo recurso que confirme una de las sentencias que anulan el Plan Xeral de Ordenación Municipal lo colocarían en una situación caótica, al tener que retrotraerse al plan anterior de 1986.