La Xunta acaba de declarar Bien de Interés Cultural (BIC), con categoría de monumentos, el Castro da Cidá de Saceda, incluidos los vestigios arqueológicos, en el municipio de Cualedro. Su elección se fundamenta principalmente en su carácter de ejemplo ilustrativo de un castro de la etapa inicial de transición a la fase de apogeo de la cultura castrense. Asimismo, en su imponente y monumental sistema defensivo, factores que determinan una sobrada significación cultural y un gran potencial para su puesta en valor.

El Castro de Saceda está ubicado en una colina sobresaliente sobre la llanura que lo rodea, al sur de la Serra do Larouco, entre la sierra y la depresión de Verín, en la cuenca del río Támega. Históricamente esta comarca fue una zona estratégicamente situada en un lugar central del convento bracarence de la Gallaecia romana, con capital en Braga, delimitado sobre un área geográfica que tenía ya anteriormente peculiaridades culturales propias, fruto de una tradición que venía ya de la Edad de Bronce o de la primera Edad de Hierro.

Este monumento de la Cidá de Salceda abarca un área de 734.464 metros donde se engloban amplias calzadas enlosadas, cabañas pétreas, el sistema defensivo más exterior como son las murallas y los fosos, y un área de seguridad susceptible de emplazar otras no visibles en superficie. Incluye además los vestigios arqueológicos descubiertos por la investigación y los espacios consustanciales a los mismos, Su entorno de protección abarca 422.830 metros.

En este yacimiento hay materiales cerámicos y una importante colección de metálicos. Su cronología va desde el siglo VI Antes de Cristo al I D.C.