Los concellos de O Irixo, Calvos de Randín, Porqueira y Pontedeva admiten que tienen problemas para ajustar sus respectivas redes de abastecimiento de aguas a la normativa que entró en vigor en el año 2008, por lo que no realizan todos los análisis reglamentarios ni facilitan los resultados al Sistema de Información Nacional de Agua de Consumo (SINAC). Por su parte, A Peroxa cuenta con un servicio "privatizado", a cargo de un fontanero de la zona, que "se olvidó" de facilitar los datos al organismo de control, según sostiene el regidor, Manuel Seoane.

El alcalde de O Irixo, Manuel Penedo Paradela, reconoce abiertamente que el abastecimiento de agua no cumple lo establecido en la normativa, al realizar "dos análisis al año, o algo así", en lugar de hacer la toma de muestras periódicas establecidas. Con respecto a la posibilidad de que le confíen la gestión a Aquaourense, el regidor confiesa: "De momento no hicimos nada, pero en el futuro casi seguro que sí". Intentará regular el déficit que arrastra "dentro de tres o cuatro meses, después de que este periódico diera a conocer la situación en la que se encuentra.

O Irixo cuenta con unos 2.000 habitantes, que reciben agua del manantial de A Hermida desde hace cuarenta años. El Concello tiene previsto renovar las instalaciones, con una inversión de 300.000 euros que afrontará la Xunta.

A pesar de que O Irixo no cumple la normativa, en lo referente a abastecimiento de agua ni facilita los resultados de los escasos análisis que realiza al Sinac, Manuel Penedo sostiene que se puede consumir "con plena tranquilidad", al estar clorada. Asegura que nunca tuvieron problemas con el suministro.

El alcalde de Pontedeva, Juan Carlos González, explica que cada pueblo de este pequeño municipio de 670 habitantes cuenta con sus manantiales y depósitos de agua, construidos por los vecinos, por lo que trata de cerrar un acuerdo con ellos para que se los cedan al Concello, con la finalidad de poder acometer las inversiones que sean necesarias y ocuparse del mantenimiento y tratamiento de las aguas. Espera poder convencerlos, a todos ellos, en el plazo de un año.

"Estamos haciendo analíticas, además de ocuparnos de la depuración, pero como son núcleos con menos de cincuenta habitantes y no tienen las aguas legalizadas, el Concello no está obligado a mandar los resultados al Sinac", indica el regidor.

La situación es "muy compleja", porque el servicio se encuentra muy fragmentado, debido a que grupos de dos o tres casas "cuentan con sus propios manantiales, depósitos y minas de agua" para el consumo humano. "Nosotros la estamos controlando en los núcleos más grandes y en las zonas donde hay bares", aclara el alcalde. Realizan un análisis en el verano y otro en invierno.

Juan Carlos González reconoce que en el futuro se puede "disparar la factura" de control de aguas, por la necesidad de tener que hacer "múltiples tomas en cada uno de los depósitos y manantiales, pero es algo inevitable". De todas formas, cuenta con otra alternativa, consistente en "hacer una red completamente nueva para darles servicio. Lo que está claro es que no podemos seguir en esta situación". La solución más fácil, aunque compleja, según su criterio, es convencer a los vecinos para que cedan los depósitos. El problema estriba en que los usuarios tienen miedo de que el Concello les acabe cobrando un recibo trimestral o anual por el tratamiento y control del agua, que en este momento tienen gratis.

El agua de Pontedeva tiene "una calidad excepcional", por lo que el Concello intenta evitar bombearla de un río, para alimentar la red general de abastecimiento, explica el alcalde, Juan Carlos González.

El Concello de Porqueira también tiene problemas para ajustar el abastecimiento de agua a la normativa vigente, al contar con 17 núcleos de población que tienen sus propios depósitos, que a su vez reciben el agua de dos o tres manantiales, por lo que la situación es "muy complicada". Además de hacer la canalización, algunos vecinos tuvieron que comprar el manantial, por lo que lo consideran de su propiedad. Y tienen el "suministro gratis", algo que la alcaldesa, Susana Vázquez Dorado espera mantener.

En cambio, las instalaciones de abastecimiento de la capitalidad de Porqueira las hizo el concello. Ahora pretende renovarlas, debido a que tienen "una antigüedad de cuarenta años", por lo que espera una inversión de Aguas de Galicia. La Administración local realiza dos análisis de agua al año, sin facilitarle los datos al Sinac, como está establecido.

Por veinte euros

El regidor de Calvos de Randín, Aquilino Valencia, explica que el municipio que representa hace varios análisis al año, "dependiendo de riesgo que tenga el agua", a razón de veinte euros cada uno, por lo que de momento se inclina por mantener este sistema, en lugar de confiárselo a Aquaourense, que le cobraría de 750 a 1.500 euros al año, por lo que considera el servicio "muy gravoso".

El Concello de Calvos cuenta con 18 núcleos de población, que tienen sus respectivos depósitos individuales y manantiales, por lo que la factura de análisis con Aquaourense resultaría "muy elevada".

Aquilino Valencia gestionó la reparación de numerosos depósitos de agua antiguos, además de proceder al saneamiento de otros y de realizar captaciones nuevas para seis pueblos.

A Peroxa –otro de los concellos vigilados por la Consellería de Sanidade de la Xunta– tiene el servicio de agua "privatizado", explica el alcalde, Manuel Seoane Rodríguez, por lo que un fontanero de la zona se encuentra al cargo de las instalaciones, realizando la cloración y los tratamientos que requiere la red. Cobra a 0,50 céntimos el metro cúbico. Sin embargo, el regidor admite que el concesionario se olvidó del requisito de facilitarle los datos a Sinac.