Ciento veinte metros de calzada romana, pertenecientes según todos los indicios a la vía que unía la ciudad de Ourense con Tui –una variante de la vía XVIII del itinerario de Antonino–, han sido destruidos para asentar las traviesas del AVE en Reza Vella. La empresa concesionaria de las obras procedió a la demolición de la mayor parte de las estructuras encontradas para consolidar el terreno, con la finalidad de que el convoy Santiago-Ourense pueda transitar con seguridad por la zona, antes de que finalice este año.

La aniquilación de los restos de la vía romana –construida en el siglo I con jabre compacto y cantos rodados (en pequeñas áreas) entre bordillos de piedra que actuaban como contenedores, se realizó porque los arqueólogos y la propia Administración gallega consideran "más valiosos los datos que podrán extraer del estudio de los materiales encontrados que las propias estructuras".

Pese a que la tercera y última fase de las excavaciones se dio por concluida el pasado mes de diciembre, todavía quedan pendientes los trabajos arqueológicos que se realizarán bajo las vías del tren que comunican Ourense con Santiago y con Vigo, a lo largo de 300 metros, porque cubren varios muros de algunas estancias, con cronología más tardía, sobre los que se desconoce la funcionalidad. El trazado de la vía tendrá que ser modificado, en marzo o abril, para que se puedan finalizar las prospecciones.

El arqueólogo que dirige las excavaciones llevó a Santiago los materiales encontrados –mucha cerámica, monedas y molinos de grano– para proceder a su estudio y presentará la memoria del yacimiento en abril o mayo.

El equipo técnico que realizó la excavación está convencido de que el yacimiento continúa, fuera del área de 6.000 metros sobre la que ha intervenido, entre las vías que comunican Ourense con Santiago y con Vigo, por lo que da por hecho que la Dirección Xeral de Patrimonio de la Consellería de Cultura ampliará la zona de protección a 300 o 500 metros, afectando a las fincas, casas y construcciones que se encuentran en la rúa Santa Catalina de Reza Vella, un tramo de la Nacional 120 y la gasolinera de O Pino.

El arqueólogo municipal de Ourense, José María Eguileta, pide a la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta toda la información que tenga sobre el yacimiento para establecer las correspondientes "cautelas" en el nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal que se está redactando. De esta forma, se evitaría que la nueva ordenación "tenga que estrenarse con una reforma".

El equipo técnico piensa que el yacimiento de Reza Vella se puede corresponder con una villa artesanal y agrícola, de la que se abastecía la ciudad de Ourense, por la gran cantidad de cerámica, los molinos de grano y otros restos encontrados entre las vías.