Los sindicatos continúan en su enroque tras dos jornadas de huelga de la basura por el despido de una trabajadora. Por el momento, los servicios mínimos (operan de 6 a 13 horas) no han impedido la saturación de varios puntos de recogida donde los desperdicios se acumulan en la acera. La CIG, central desde la que la afectada planeaba presentarse a las elecciones sindicales, ha instado al alcalde de Ourense a que intermedie en la disputa con la adjudicataria del servicio, de modo que "se non se busca unha solución, vai aumentar a radicalización do conflicto".

Son palabras del secretario comarcal Etelvino Blanco, quien ayer censuraba a Francisco Rodríguez por "unha actitude de pasotismo que está beneficiando ó infractor", en alusión no explícita al gerente de la concesionaria EcoOurense, Juan Pérez.

Blanco señala la readmisión de la trabajadora como meta de un paro que, tras dos primeras jornadas en domingo y festivo, adquiere su mayor incidencia y visibilidad a partir de hoy.

A las 11 de la noche de ayer se iniciaba un turno de 25 trabajadores que, según el presidente del comité de empresa, Francisco Álvarez (UGT) y falta de comprobación posible por el cierre de edición, "temos a constancia de que non vai ir ninguén". Cuestionado por si el descuento salarial pudiera restar fuerza a la movilización, sobre todo con el paso de los días, Álvarez es contundente: "ás veces hai que saber perder un pouco e sacrificarse para ter algo mellor".

A las 6 de esta madrugada, en el turno laboral de unos 120 operarios habría llegado "el punto de inflexión" de la huelga, según reconocía la noche de ayer el gerente de Ecourense. Juan Pérez ha criticado sabotajes en los camiones, "con los que se pierden horas de trabajo" además de que "los servicios mínimos hacen difícil atender a la población". Blanco difiere: "queren suplantar os folguistas con servizos mínimos".