El ex alcalde de Os Blancos, José Antonio Rodríguez Ferreiro, perderá los beneficios del tercer grado que venía disfrutando después de que fuese sorprendido introduciendo alcohol en el Centro Penitenciario de Pereiro de Aguiar, lo que llevó a la junta de tratamiento del centro a adoptar como medida preventiva su vuelta al segundo grado, con lo que permanece en uno de los módulos como un recluso más.

Rodríguez Ferreiro, que fue condenado a 5 años y 3 meses de prisión por el delito de malversación de fondos públicos del Concello de Os Blancos, algo más de 200.000 euros durante su etapa de alcalde, consiguió el tercer grado después de recurrir al juez de vigilancia penitenciaria la decisión de la junta de tratamiento de la prisión de que continuase en la cárcel, después de una año en prisión.

Sobre la nueva situación del recluso Rodríguez Ferreiro, el director del centro Penitenciario de Pereiro, Juan Carlos Salvador, evitó hacer pronunciamiento alguno, alegando que "primero se le tendrá que comunicar al propio interno", además de eludir cualquier comentario sobre los diferentes "altercados" del ex alcalde de Os Blancos.

Pero la realidad es que el acta de la junta de tratamiento de la prisión de Pereiro de Aguiar, que se celebró el jueves, 7 de octubre, acordó adoptar la medida preventiva que Rodríguez Ferreiro regrese al segundo grado, con lo que vuelve a su situación de un interno más, sin salir del centro, ni disfrutar de otros beneficios.

Una propuesta que será trasladada a la dirección General de Instituciones Penitenciarias, que la deberá ratificar, y que de nuevo recurrirá, como hizo en su momento la negativa del tercer grado, al juez de vigilancia penitenciaria.

Y aunque por parte de la dirección del centro no hay pronunciamiento, después de los acontecimientos se da por hecho que la situación de recluso Rodríguez Ferreiro cambiará en breve, de forma oficial, y lo que hoy es una medida cautelar, para permanecer en prisión.

En cuanto al desencadenante que llevó a la junta de tratamiento de la cárcel a proponer la vuelta al segundo grado, esta relacionado directamente con que el ex alcalde de Os Blancos, en varias ocasiones introdujese alcohol, siendo sorprendido por funcionarios del centro penitenciario.

La actitud de Rodríguez Ferreiro, durante su estancia en la prisión estuvo salpicada por diferentes altercados, que fueron el argumento que esgrimió la junta de tratamiento para no informar a favor de la concesión del tercer grado.

Ferreiro fue el abanderado del "baltarismo" en A Limia

La trayectoria política del recluso José Antonio Rodríguez Ferreiro, como alcalde de Os Blancos, que incluso llegó a la presidencia de la Mancomunidad de A Limia, estuvo salpicada por la polémica, pero siendo el abanderado del "baltarismo", hasta que los desmanes le llevaron al banquillo de los acusados, y posterior condena por malversación de fondos públicos, de 5 años de prisión.

Pero lejos de abandonar la política activa, y antes de que la sentencia fuese firme, Rodríguez Ferreiro hizo todo lo posible para que el Partido Popular, que presidía su "padre político y espiritual", José Luis Baltar, no ganase las elecciones. Y lo consiguió, pues en el Concello del que fuera alcalde la lista más votada fue la de Terra Galega, y su cabeza de lista, Juan Antonio Lama, se convertía en el nuevo regidor municipal.

Su travesía política estuvo marcada por esa "devoción" al ex presidente popular, así la calle principal del pequeño municipio de la comarca de A Limia, lleva el nombre de José Luis Baltar, además de colocar, en una plaza ubicada frente al Concello, un busto.

Y ahora que en el Concello de Xinzo se visualiza el desencuentro entre los populares con el cambio de alcalde, al abandonar Isaac Vila, otro de los políticos a los que tenía especial admiración, no en vano lo apoyo en la moción de censura fallida contra Rodríguez Ferreiro, que no se celebró debido al "motín" en el Concello que impidió la entrada de los ediles censurantes, aparece en escena.

Las diferencias con Antonio Pérez, el sustituto elegido por el presidente del PP, Manuel Baltar, para convertirse en alcalde de Xinzo, le llevaron a retomar su actividad política para apuntalar una alternativa, mientras disfrutaba del tercer grado que le permitía salir de prisión. Unas gestiones que se vieron frenadas después de que la junta de tratamiento de la prisión acordase su vuelta al segundo grado.