Javier Rodríguez, el ponferradino de 31 años que tuvo que refugiarse en una cueva de Souto dos Ratos, en las montañas de O Bolo al ser sorprendido por la noche, llegó ayer sin ningún daño, por sus propios medios, a la casa de su tío en Barxa, José Fernández, en la que está pasando unas vacaciones. El joven reconoce que temió morir por hipotermia durante la noche, al vestir una simple camiseta de manga corta.

Javier Rodríguez había salido el lunes a las cuatro de la tarde, para dar un paseo hasta Aceveda, y como se le hizo tarde, en lugar de regresar por la carretera, intentó hacerlo por un camino, imaginando que lo llevaría a Barxa, pero se encontró con la sorpresa de que el sendero "se acabó" antes de llegar al pueblo. Como podía ver las casas, empezó a bajar por la montaña, con mucha dificultad, pero temía despeñase porque tiene "mucha pendiente", y terminó perdiéndose. Y al llegar la noche, decidió buscar un refugio para quedarse en el monte, a pesar de que no llevaba ropa de abrigo.

Cuando ya se encontraba muy cansado, se dirigió a una roca, con la intención de pasar allí la noche, con la fortuna que debajo encontró una cueva de cinco metros de profundidad, en la que pudo meterse. Pero de todas formas, había mucha niebla en la montaña y la cueva estaba húmeda y fría, por lo que no pudo dormir en toda la noche, con el temor a perder la vida por hipotermia. Reconoce que el momento más dramático tuvo que afrontarlo "a las seis de la mañana", cuando sintió que la humedad y el frío le calaban los huesos.

Javier Rodríguez llevaba un móvil sin carga, por lo que logró mandarle un mensaje al 112, acoplándole la batería de su cámara de fotos, y algún tiempo después llegó a la zona una pareja de la Guardia Civil, que pudo comunicarse con él gritando, pero sin poder rescatarlo por lo accidentado que es el terreno, por lo que lo estuvo acompañando a distancia durante toda la noche.