La crisis constriñe la economía de lo cotidiano y, para los fumadores, las dificultades de liquidez también imperan a la hora de comprar tabaco. Según los datos que recoge el Comisionado para el Mercado de Tabacos, dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda, parte del consumo se ha desplazado hacia la picadura para liar o fumar en pipa, géneros que rinden más y han experimentado un alza del 48% en las ventas del primer semestre con respecto al mismo periodo del año anterior.

Los estancos de la provincia de Ourense dieron salida a más de 7.200 unidades de esta clase de tabaco (el 97% para envolver cigarrillos) entre enero y junio de 2010, frente a las 4.937 despachadas en el primer semestre de 2009. Los ingresos por este concepto triplicaron los registrados un año antes: los estanqueros recaudaron más de 630.000 euros en la primera mitad de este año, mientras que los beneficios entre enero y junio de 2009 significaron cerca de 400.000 euros menos, es decir, un incremento interanual que ronda el 175%.

Cae la venta de cigarrillos

“Quien más que menos, ha triplicado la venta de picadura de tabaco en sus estancos”, señala Mercedes Alonso, presidenta en Ourense del colectivo profesional. Los avatares económicos están detrás, según dice, de la explosión de las ventas, así como del retroceso en la facturación de cigarrillos convencionales.

Los estanqueros despacharon más de 11 millones de cigarrillos desde enero, lo que supone 1 millón de unidades menos que las que se vendieron en la primera mitad del año pasado. Los beneficios, sin embargo, aumentaron ostensiblemente, desde los 33 a los 36 millones de euros en un año, lo que se explica con el incremento de precios asociado a las modificaciones del impuesto especial.

Mercedes Alonso no interpreta este dato, al igual que el relativo a las cifras de ventas de la picadura de tabaco, al propósito de los fumadores de erradicar el hábito.

“Mucha gente opta por el tabaco de liar por motivos económicos; es una falacia que uno se cambie de los cigarrillos a las picaduras para intentar dejarlo”, señala Alonso.

Lo cierto es que los ingresos de los estanqueros en Ourense no dejan de crecer. Los ourensanos se han gastado, entre enero y junio de este año, más de 38 millones de euros en fumar. El año pasado, en las mismas fechas, la facturación de los estancos de la provincia había alcanzado los 34,5 millones, lo que supone un incremento de las ventas cercano al 10%.

Eso sí, desde el sector advierten el efecto que podría generar en el negocio la restricción del consumo en la hostelería, prevista por el Gobierno de cara al próximo ejercicio.

“Sin duda vamos a notar mucho el efecto de esa ley”, que podría entrar en vigor tras el trámite parlamentario en enero del próximo año. Alonso calcula las consecuencias de la posible prohibición tirando de ejemplo: “si impiden fumar en todos los locales, de hostelería y de ocio, sólo se podrá consumir en la calle o en casa; si a esto le quitas el tiempo de comer o de dormir, la verdad es que habrá pocas horas para encender un cigarrillo”.