El ex concejal de Valença do Minho y acusado por la extorsión a la hija del empresario Guillermo Collarte optó, en primer lugar, por el silencio y se desmarcó en el alegato final rechazando de plano la versión de otro de los inculpados, que lo define como cerebro del plan de amenazas dirigido contra Berta Collarte para exigirle el pago de hasta 1,2 millones de euros.

José Lopes, que fue absuelto en primera instancia pero será juzgado en Portugal por el rapto del industrial ourensano, fue el único de los tres acusados que ayer estuvo presente en la vista de apelación que evalúa la Audiencia Provincial de Ourense. Sobre la versión de Joao F.M., que lo había señalado como inductor del delito, Lopes hizo uso de la última palabra para aseverar que "todo son mentiras".

La familia de Collarte, al contrario, lo considera pieza clave en esta causa y también en la desaparición del empresario en Portugal, por lo que pide al tribunal provincial que lo condene a tres años y nueve meses de prisión. Lopes, que sirvió de enlace al empresario en un viaje de negocios a Valença do Minho del que nunca regresó, "fue la última persona en verlo", como recordaba ayer en la vista oral Berta Collarte. "Cuando mi marido y yo llegamos allí, él estaba muy nervioso y trataba de relatarnos cómo habían sido los últimos momentos", dijo.

"Era el principal sospechoso de la desaparición desde el primer momento", afirmó ayer el inspector de la Policía lusa citado como testigo, y apareció en la lista de llamadas efectuadas desde el número que fue utilizado para intimidar a Berta Collarte entre 2002 y 2003. Lopes, que no ha sido acusado por el fiscal "por falta de pruebas directas" pese a la declaración de Joao F.M., habría facilitado a sus dos colaboradores la tarjeta de móvil, dinero (más de 70.000 euros), información sobre una reciente venta de acciones de la familia Collarte, y hasta el número de contacto de Berta que la policía lusa encontró al registrar su casa y, según el acusado que confesó, Lopes puso en manos de Víctor M.D.S., con el que mantenía una relación de amistad.

En el intercambio de información privilegiada, la acusación particular recuerda cómo se dirigieron a Berta con el apelativo que su padre empleaba con ella y que pocas personas podían conocer, que no era el caso del ex edil, amigo de Collarte y agente inmobiliario con el que compartió negocios en Portugal.

Víctor M.D.S. es el tercer integrante de esta trama y el único condenado en primera instancia. Él efectuó las llamadas, según dictaminó la jueza de lo Penal, y su voz hablando en español fue reconocida además por Berta Collarte. Víctor telefoneaba y Joao estaba presente; ambos comparten además antecedentes penales por una serie de atracos en Portugal.

Para Víctor M.D.S y Joao F.M., presunto cómplice y también absuelto en Penal, la acusación particular solicita 3 años y 9 meses de prisión (un incremento de lo dictaminado en primera instancia), así como 1 año y tres meses; respectivamente.

Los abogados de la defensa, por su parte, han coincidido en reclamar que el delito de amenazas ya ha prescrito. Alegan que desde la última declaración a la apertura del juicio oral, pasaron más de los tres años marcados como plazo máximo para este tipo de delitos.

El letrado de Victor M.D.S. invoca la atenuante de dilaciones indebidas en el caso de que no prospere la prescripción, lo que supondría una rebaja sobre los 3 años impuestos por la jueza de lo Penal a este acusado, sentencia que el fiscal pide sea confirmada por el tribunal.

Once años después y todavía a la espera de localizar a su padre, Berta Collarte recordó ayer cómo vivió el proceso de amenazas: "mi familia y yo éramos libres y pasamos a sentir temor".