Miembros de la Asociación de Vecinos San Breixo de Seixalbo recogieron ayer 450 kilos de basura en el cauce del río Barbaña, en el trayecto que une las inmediaciones del Pabellón Paco Paz y la nave de Pieles Araújo, de unos dos kilómetros de longitud. Entre los objetos recuperados, figuran un viejo frigorífico industrial, ruedas de coches, botellas, botes, plásticos y envases de todo tipo, que depositaron en O Carqueixal, junto al campo de fútbol, para que los servicios de limpieza procedan a su retirada mañana.

El presidente del colectivo, Juan Antonio Cid, explica que realizaron la tarea, por cuarto año consecutivo, con motivo de la celebración del Día del Medio Ambiente. Prolongarán la programación, desde la jornada inaugural de ayer, hasta el 5 de mayo, en la que incluyen una "Andaina Popular" y una conferencia de José Santos.

Los vecinos de Xeixalbo pusieron ayer un cuidado especial en la limpieza del río, al mantener fresco en la memoria el "envenenamiento voraz" que causó la muerte de unos 17.000 peces el día 24 de junio de 2009, motivado por vertidos industriales. Se sumaron a las tareas de limpieza, miembros de la Asociación de Vecinos del Barbaña, colectivo que se personó en la denuncia por los vertidos realizados el pasado verano en el río, de forma conjunta con las que representan a Seixalbo y Ponte Noalla.

La programación que realizan los vecinos de Seixalbo, también están enmarcadas en la proclamación que hizo la ONU como "Año de la Biodiversidad", por lo que Juan Antonio Cid afirma que "hay que adoptar decisiones y hablar menos", con la finalidad de erradicar los vertidos industriales del río Barbaña, que se generan en el Concello de San Cibrao das Viñas y afectan al de Ourense, curso abajo.

Cid reconoce que han comprobado que la gente ahora tiene "mayor sensibilidad" con el Medio Ambiente, por lo que "tira menos objetos al río". Pero además, la limpieza del cauce se ve favorecida por la pendiente que tiene en la zona de Seixalbo. Durante la época de crecidas, el caudal arrastra los desperdicios que todavía arrojan algunas personas. La excepción la constituye la zona del polígono de Barreiros, que "deja mucho que desear".