La polémica iniciada el pasado verano por los intermitentes vaciados del cauce del río Sil debido a las obras de la eléctrica Iberdrola en pleno corazón de la Ribeira Sacra vuelven a saltar a la actualidad.

Estas actuaciones ya le han costado a la eléctrica vasca una querella ante la Fiscalía y una denuncia del grupo europarlamentario de Europa de los Pueblos en la Comisión de Peticiones de la UE por cometer supuestas irregularidades ambientales en una zona de especial protección incluida en la Red Natura.

Los técnicos de la empresa eléctrica anunciaron que el próximo 5 de abril comenzarán a vaciar el embalse de Santo Estevo, en el río Sil, para realizar obras de ampliación en la central hidroeléctrica que tiene en esta presa. La duración total del vaciado será de "30 a 40 días", con el consiguiente impacto para la flora y la fauna de la zona.

Los trabajos, que se prolongarán hasta el mes de octubre, tienen por objeto incrementar la capacidad de generación eléctrica del embalse, lo que propiciará la suspensión, de entre otros servicios, de los catamaranes turísticos que la Diputación de Lugo mantiene en este embalse. Previsiblemente, el catamarán de la Diputación de Ourense no correrá la misma suerte, aunque ambas instituciones provinciales ya han firmado un acuerdo de colaboración para sustituir el servicio por un tren turístico entre Monforte y Ourense que recorrería la Ribeira Sacra.

Iberdrola recordó que periódicamente se ve obligada a realizar trabajos de mantenimiento o reparación en Santo Estevo, por lo que debe soltar agua y reducir el caudal en la cola del embalse.

Por ello, emplazó a los responsables del Ayuntamiento de Sober (Lugo), con los que mantuvo una reunión, a buscar alternativas para que los barcos fluviales no se queden en dique seco cada vez que realiza estos vaciados.

Las obras que ejecuta Iberdrola en Santo Estevo consisten en construir un túnel en la ladera de la zona de Nogueira de Ramuín (Ourense) con la finalidad de hacer un nuevo paso para el agua y colocar una turbina que posibilite generar 176 megavatios más, que se sumarán a los 265 de la central.

Los ecologistas denunciaron que Iberdrola comenzó a obrar en Santo Estevo en octubre amparándose nada más que en una licencia del Ayuntamiento de Nogueira de Ramuín.

También manifestaron que este permiso es el último del proceso y que ni siquiera hubo exposición pública de esa autorización municipal y sin la correspondiente declaración de impacto ambiental.