En los últimos veinte años ha logrado un éxito electoral incontestable, que ha enmudecido a sus adversarios internos y altos cargos del partido. En cambio, en el momento que anunció que dejaría la primera línea política para que tomara el relevo su hijo, el actual vicepresidente del Parlamento gallego, José Manuel Baltar Blanco, se abrió la caja de los truenos. Las voces discordantes se multiplicaron, se rompieron lealtades que parecían inquebrantables y el PPdeG puso "toda la carne en el asador" para evitar que se "consolidara la dinastía".

– ¿La batalla fue dura?

– Como le pasa a todo el mundo, yo también tengo enemigos. Después de llevar veinte años presidiendo el partido es natural que los tenga. Pero el día 14 de diciembre me pidieron todos por unanimidad en la junta directiva que continuase al frente del PP en la provincia, incluidos los críticos, por eso no acabo de entender los ataques que vinieron después. Desde luego yo no me voy a erigir en juez para valorar el criterio que cada uno sigue en esos temas.

– ¿Contempla con preocupación que una parte del PP intente meterle palos en la rueda a José Manuel Baltar para dificultar los primeros movimientos que realiza tras el congreso?

– Yo lo entiendo todo en política. Había gente que estaba aguardando que yo dejase la política con la esperanza de lograr el respaldo del partido y se frustraron sus aspiraciones al surgir José Manuel Baltar. A mí no me extraña que le pongan palos en la rueda a mi hijo, porque ya me los ponían a mí antes.

– La imagen del "padre coraje", José Luis Baltar, aupando a su hijo después de que consiguiera imponerse como presidente del PP de Ourense, fue sorprendente y resultó emotiva para mucha gente.

– Fue una alegría tremenda para todos. Yo dije desde el primer momento que no permanecería neutral. Al dimitir como presidente me parecía que no podía hacer otra cosa: tenía que apoyar a mí hijo. Y después de todas las vicisitudes que hubo que sufrir a lo largo de la campaña, creo que merecía que lo levantase en volandas. Desde luego fue una satisfacción muy grande, que celebramos toda la familia y todos los del PP que estaban a mi lado y al lado de mi hijo.

– Usted actuó al límite del fuera de juego.

– Yo al ver cómo se estaban comportando determinadas personas tuve que reforzar un poco la actuación, porque si no hubieran conseguido lo que ellos querían, que es que José Manuel no resultara elegido presidente. Fue un trabajo que yo he realizado. Pero también actuaron al límite del fuera de juego los demás. Yo no voy a caer en los errores que han cometido ellos. Utilizaron todos los recursos para desprestigiarme a mí y al presidente del PP de Ourense. Yo me dediqué a trabajar por la candidatura de mi hijo, pero no hice pública la gran cantidad de irregularidades que cometieron estos señores. Sin embargo, tras conseguir la victoria, ahora hay que tratar de buscar la unión. El que gana tiene que ser generoso y el que pierde tiene que acatar los resultados del congreso.

– Los críticos ahora se conforman con "dejar que ´O Neno´ se estrelle solo".

– José Manuel Baltar cometerá errores, como los que cometería cualquiera de los críticos. Ellos han cometido muchos más.

– Dicen que cuando surge un problema de estas características en un partido hay que sentarse, hablar y saldar las diferencias, porque si se rompe la comunicación la brecha cada vez será más grande.

– No hay problema en sentarse, ni en hablar ni en escuchar a quién sea. Lo que tienen que hacer los críticos, si no les gusta alguna cosa, es exponerlo, se analiza y buscaremos la integración.

– Los ánimos se van apaciguando.

– Se tienen que apaciguar. Hay que olvidar las rencillas, trabajar a tope por el PP, llegar unidos a las próximas elecciones y ganarlas. Yo he tenido mis problemas en el PP, pero no hay ni una sola persona que pueda decir que no he puesto todo de mi parte para ganar las elecciones, en las municipales, autonómicas, generales y europeas, fuese el candidato que fuese. Por lo tanto, yo les pido a los demás que actúen con generosidad.

– De todas formas, todo el mundo depende de los resultados. José Manuel Baltar se jugará el tipo en las próximas elecciones municipales.

–Naturalmente, la trayectoria de José Manuel Baltar va a depender de los resultados. Pero no me preocupa mucho, porque la mayoría de los que hicieron más esfuerzo para derrotarlo en el congreso son los que no trabajan para el PP en las elecciones autonómicas y en las generales.

– En tiempo de zozobra, como la que presenta el PP, el capitán suele ser el último que abandona el barco..

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– Por supuesto que sí.– ¿Usted no dejará la presidencia de la Diputación hasta que se calme la tempestad?

– Efectivamente, yo he dicho siempre que no me gustaría marcharme en un momento que el PP se encuentre en problemas. Cuando el partido recuperó la presidencia de la Xunta creí que había llegado la oportunidad. Pero como he visto los problemas que han surgido en el congreso de Ourense estoy dispuesto a mantenerme ahí, para apoyar hasta el último momento, siempre que los alcaldes y los militantes del PP respalden por mayoría mi permanencia al frente de la Diputación.

– El equipo del actual presidente del PP dice que José Luis Baltar sería "el mejor fichaje" para que el partido gane las próximas elecciones municipales.

– Yo creo que el PP tiene muchas posibilidades de incrementar los resultados en las elecciones municipales. La Diputación de Ourense no corre peligro ninguno.

– Ante el riesgo que supone que PSOE y BNG se encuentren a tan sólo dos escaños de ganar la presidencia de la Diputación que el PP se juega en la comarca de Ourense y ante la inestabilidad que presenta el partido, ¿usted repetirá como candidato a la presidencia de la institución provincial?

– Voy a repetir candidatura a la presidencia de la Diputación de Ourense para continuar apaciguando al PP y para que el partido pueda mantenerse al frente de la institución provincial con mayoría absoluta. Y espero que todos los que pidieron mi continuidad en el mes de diciembre, como presidente del partido, apoyen la decisión que he tomado para que me presente a la reelección como presidente de la Diputación de Ourense.

– ¿El titular de la Xunta y presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, entenderá su decisión?

–Creo que sí, Alberto Núñez Feijóo lo entiende perfectamente. Yo se lo expuse, le dije las razones por las que quiero continuar y está completamente de acuerdo. Me dijo que no hay ningún inconveniente.

– ¿Continuará utilizando la boina y el trombón como "armas de guerra" durante las contiendas electorales?

– La boina y el trombón no son "armas de guerra". La boina simboliza la sintonía con el pueblo. Cuando alguien me dice que hay que ponerse la boina, me la pongo y presumo de ella. Y cuando la gente me propone que toque el trombón, si está a mano, lo hago en un aspecto lúdico para confraternizar con las personas que están a mí alrededor.

– ¿Espera tocarlo en las próximas elecciones municipales, si los resultados le permiten mantenerse 24 años al frente de la Diputación de Ourense?

– Pienso que sí. Yo sé que me lo va a pedir la gente. Cuando me lo pidan, arrancaremos con el trombón y haremos lo que haga falta. Celebraré esa victoria como una de las más importantes. Una vez más, tendrá que ser por mayoría absoluta.

– ¿Qué condiciones tienen que darse para que usted deje el timón?

– A medida que las cosas vayan bien para el PP cada vez estaré más cerca del abandono.

– Por otra parte, los grupos del PSOE y BNG critican con dureza la situación económica de la Diputación, que mantiene un índice de endeudamiento que se sitúa en el 102%.

– El índice máximo de endeudamiento se situaba en el 110% y el Gobierno central lo acaba de ampliar hasta el 125% debido a la crisis económica, por lo tanto estamos bastante lejos de encontrarnos en una situación crítica. Pero en estos momentos la Administración central nos debe casi diez millones de euros. Se trata de una deuda a corto plazo, que tiene que abonar. Cuando se efectúe ese pago, la tasa de endeudamiento de la Diputación de Ourense bajará del 102% al 76%. Quedaremos a ocho puntos del Concello de Ourense, que se encuentra en una situación económica excelente. En el mes de diciembre la tasa de endeudamiento del Concello de Ourense estaba en el 68%. Por lo tanto, cuando la Administración central nos abone esa deuda la Diputación se colocará en la media alta de fortaleza económica. Lo que tendría que hacer el PSOE es reclamar el pago de la cantidad que nos adeudan.

– ¿Cuándo se puede producir ese pago?

– El interventor de la Diputación lo ha reclamado hace quince días. Los responsables de fondos europeos barajan la posibilidad de realizar el pago en mayo o junio. Espero que lo consigamos cuanto antes.

– ¿Por qué concepto?

– Son de planes europeos y del Plan Operativo Local correspondiente al período 2004-2008, fíjese a dónde va.

–¿Reclamarán intereses?

– No, no hay posibilidad.

– Cuál es su receta para que la Diputación pueda salir de la crisis?

–Saldremos de esta situación, cuando España supere la crisis. La aportación de la Administración central a la Diputación de Ourense tuvo una disminución de otros diez millones de euros al caer la recaudación que realiza.

– PSOE y BNG sostienen que usted vendió la finca Santamariña por un precio que es cuatro o cinco veces menor que el real.

– Los dos portavoces que hablan de la finca Santamariña no tienen ni idea de lo que era la parcela y de lo que pasó. Yo no sé si el presidente ha acertado, porque fue una decisión política. Pero después de todo lo que ha sucedido cada vez estoy más satisfecho de haberlo hecho, porque con los pleitos que hay, a estas alturas la Diputación podía estar sin la finca Santamariña y recibiríamos una indemnización que sería mucho más baja. Nosotros teníamos un pleito, mediante el que los reversionistas nos pedían la devolución de la finca, debido a que no se estaba utilizando para la función agraria, finalidad para la que había sido expropiada. Eso era muy fácil de demostrar. Y los que la compraron en 2001, nueve años después aún no pudieron recuperar ni un euro, porque la parcela todavía está sometida a pleitos.

– Dicen que la operación se hizo a tres meses de que cambiara la ley, por lo que la Diputación podría modificar el uso de la finca.

– Sí, pero los derechos de reversión fueron solicitados por los antiguos propietarios antes de que cambiara la ley. Si fueron tontos, nos hubiéramos quedado con la parcela.

– Lo responsabilizan a usted de utilizar la política de personal de la Diputación para "pagar favores políticos".

– El PSOE y el BNG no le pueden dar lecciones de personal al PP, porque durante los cuatro años que permanecieron al frente de la Xunta se dedicaron a tratar de comprar voluntades políticas haciendo contratos. No tenemos más que recordar los miles de contratos que hicieron los socialistas para limpiar las carreteras pocos meses antes de las elecciones y lo que hizo Anxo Quintana con el Consorcio de Servicios Sociales.