Primero una cadena humana por la gratuidad de los libros de texto y después una vigilia por el cambio climático. El Puente Romano de Ourense se ha convertido en el preferido de colectivos y plataformas en defensa de causas solidarias para exponer sus reivindicaciones. Tanto que el monumento histórico se vio ayer con la agenda apretada.

A las cinco de la tarde, decenas de familias con hijos en edad escolar y otras personas afines a la causa entrelazaron sus manos para formar una cadena que cruzó el puente para reclamar el restablecimiento del sistema de préstamo de los libros de texto "que ya teníamos consolidado en Galicia y al que no pensamos renunciar". Así lo expresó la Plataforma Galega pola gratuidade a través de un manifiesto que se leyó justo después de que un libro pasase de mano en mano por toda la cadena como símbolo del préstamo universal.

La reclamación se dirigió contra el presidente de la Xunta y el conselleiro de Educación y contra un sistema impuesto "sin más criterio que eliminar cualquier resquicio de una educación socialmente progresista".

Tras disolverse la cadena, simpatizantes de la iniciativa ecologista del grupo Avaaz celebraron una vigilia con velas encendidas para demandar un "Acuerdo Real" justo, ambicioso y vinculante en la cumbre del cambio climático que Naciones Unidas celebra en Copenhague. Se trata de una acción que no consiguió ser multitudinaria en Ourense pero que sí ha aportado un grano de arena a la movilización global que se celebró de forma simultánea en 140 países de todo el mundo.