Las seis entradas al área interior de Seixalbo, una por cada punto cardinal, limitarán a 30 kilómetros por hora el tráfico viario en todo el núcleo rural. La Xunta de Goberno Local del Concello de Ourense acordó ayer en su reunión semanal la delimitación de este barrio como "Zona 30" y la contratación de las obras para adecuar los accesos a este proyecto viario. De esta forma, el grupo de gobierno responde favorablemente a las demandas del colectivo vecinal al tiempo que refuerza la protección del núcleo interior de Seixalbo como casco histórico y etnográfico a conservar.

Se trata de priorizar el tráfico peatonal en un barrio de carácter rural que gracias al Plan Especial de Rehabilitación Interior (PERI) ha visto incrementada su población en los últimos años. De hecho, de los 1.317 residentes del barrio, unos 800 son habitantes del Seixalbo interior, ahora "Zona 30". Además, las calles Tulla, Escura, Requeixada y Canella serán totalmente peatonales, y otras como Macías, Sol y Oliveira pasarán a ser de sentido único.

El presidente de la asociación vecinal, Juan Cid, se muestra especialmente orgulloso de este logro pues asegura vivir en el "mejor lugar" de Ourense y "el primero que logra la Zona 30 en todo un núcleo". Explica también que este proyecto era algo "necesario", pues el entramado viario de Seixalbo se compone de innumerables calles muy pequeñas y estrechas que dificultan el tráfico y entorpecen enormemente la libre circulación de las personas.

Reconoce que, en efecto, el programa de ayudas para la rehabilitación del casco histórico ha favorecido la llegada de nuevos vecinos y la dinamización turística de la zona. Tanto, que Seixalbo es un núcleo rural atípico por la presencia constante de peatones que ahora adquieren la categoría de "tráfico prioritario".

La Xunta de Goberno Local aprobó ayer la adjudicación de estas obras a la empresa José Castro Cantón por valor de 58.000 euros. Así, para acotar la zona se instalarán en todas las entradas sistemas de reducción de la velocidad con nueva señaléctica y elevación de la calzada, lo que incluye también la sustitución de los pavimentos. Según explica Juan Cid, que desde hace un año sigue el desarrollo de este proyecto municipal, se ampliará la zona pavimentada de las seis entradas con unos 1.500 metros cuadrados de adoquín y una banda elevada de obra. La nueva señaléctica incluye las indicaciones de limitación de la velocidad a 30 kilómetros por hora y una panel que informa a los usuarios y visitantes del acceso a una zona delimitada en la que el tráfico peatonal tiene la prioridad.

Cableado y empedrado

De esta forma, Seixalbo refuerza el grado de protección de su núcleo histórico y etnográfico en el marco de un proyecto que comenzó con la ejecución del PERI y la apuesta por la conservación de su carácter tradicional.

Juan Cid confía en que el próximo año se ejecute la renovación de todo el pavimento interior con loa colocación de piedra nueva, así como la construcción del lavadero ya aprobada y la ocultación de todo el cableado mediante soterramiento de las líneas.