Nada mejor que ser cocinero o auxiliar de cocina en algún comedor escolar de provincia, para saber lo que es trabajar bajo presión. Así lo asegura CC OO desde cuya federación de Ensino denuncian que varios comedores escolares de colegios públicos de la provincia de Ourense exceden y con mucho, la ratio de personal de cocina por alumno aprobada por la propia Consellería de Educación.

Afirma que esta situación se traduce muchas veces en una saturación del personal y bajas por estrés del personal de cocina y en ocasiones en la excesiva premura, con la que que deben elaborar los menús escolares y que impide realizar los menús según el aporte calórico y nutricional previsto.

Según denuncia CC OO-Ensino, el paradigma de esa saturación es el caso del comedor del Colegio Público de Infantil Primaria, CEIP Ben Cho Shey de Pereiro de Aguiar, donde sólo se cuenta con un cocinero y un ayudante para preparar el menú de 200 alumnos, 50 alumnos más que la ratio permitida. El trabajo de estas personas incluye la preparación y cocinado de los alimentos, así como poner los servicios, recogerlos, lavar la vajilla y realizar la limpieza del comedor. Casi nada.

La normativa vigente estipula que a partir de 150 comensales tiene que haber 2 ayudantes de cocina “pero en Pereiro sólo están el cocinero y el ayudante, que al encontrarse de baja por la presión laboral, obligó a realizar nuevos contratos de sustitución”, explica Antonia Vázquez, cuidadora de comedor escolar.

El caso del CEIP de Pereiro no es aislado según Comisiones. También se excede la ratio permitida en 35 alumnos en el CEIP Calvo Sotelo de O Carballiño; 24 en el CEIP de Seixalbo y en el CEIP Princesa de España de Verín 21. Además en colegio de Cambeo hay 11 alumnos por encima de la ratio permitida; 7 el de Bande y en Ribadavia hay 60 niños más aunque sólo un día a la semana, mientras que el CPI de Mende hace doble turno.

Posibles riesgos

“Teniendo en cuenta que en el colegio de Pereiro son 200 alumnos y se sirven tres platos por menú, esas personas deben ocuparse de la preparación de 600 menús al día”, denuncia Alberto Vázquez, cocinero de la Xunta “y tenerlos emplatados en ocasiones hasta dos horas antes, para poder servirlos en el horario previsto” añade “puede suponer riesgos pues obliga a mantenerlos a una temperatura de 65 grados durante todo este tiempo”.

La falta de personal, provoca también que “al tener que elaborar en ocasiones las menús a contrarreloj por falta de personal, en ocasiones hay que variar el menú original diseñado por un profesional, e incluir otros acompañamientos menos elaborados, como empanada o patatas” indica el cocinero de comedor escolar de la Xunta.

Los principales afectados por todo esto no son solo los trabajadores “sino los propios alumnos escolares del comedor y además esperamos que hay fallos algún día, no culpen a los cocineros” explica Alberto.