Este fin de semana, los vecinos de tres parroquias del Concello de Ramirás le rindieron un homenaje a su cura párroco, Aníbal Gómez Alonso, natural de Grixó, en este municipio, por sus 50 años de sacerdocio, de los cuales unos 30 fueron en su tierra.

Las parroquias de Santa Isabel Santa María de Vilameá y San Salvador de Rubiás se unieron para organizar esta celebración, que no fue sólo para su cura párroco, sino también para un vecino más del pueblo, en el que viven sus familiares. En la primera lleva unos 30 años ejerciendo, a la vez que lo hizo durante unos 20 en la segunda y unos 10 en la tercera parroquia.

Pero antes de profesar en su tierra natal, Aníbal Gómez Alonso estuvo en ortos puntos de Galicia en incluso en tierras de Sudamérica, concretamente en Bolivia, donde permaneció alrededor de 10 años.

Buen convecino

Este querido y respetado hombre de la Iglesia tiene algo más de 70 años, es hijo único y además de buen sacerdote un buen convecino, ya que según algunos de sus feligreses “es una personas que hace de todo, lo podemos llamar para cualquier cosa que él nos ayuda. Para arrancar las patatas y demás faenas”.

De esta forma, no hay quien no considere meritorio el homenaje, que fue el domingo y que consistió en tener primero una misa en la iglesia parroquial de Santa Isabel de Grixó, para luego asistir a una comida en un restaurante en el pueblo de Puente Grande, en Celanova.

Al acto acudieron vecinos de las tres parroquias, la alcaldesa del municipio, concejales y familiares del cura.

Primer homenaje

Según uno de los miembros de la organización de esta emotiva celebración, Narcelio Feijóo Rodríguez, no es éste el único que lleva muchos años en el pueblo, ya anteriormente hubo otro religioso, también muy querido, Don Cletor, natural de Maceda, y que duró muchos años en Grixó, pero entonces no había recursos para este tipo de celebraciones”, por lo que sus feligreses sólo pudieron obsequiarle con el reconocimiento a su trabajo y buen hacer por todo el pueblo.