La Audiencia Provincial de Ourense acoge desde ayer el juicio contra ocho imputados por tráfico de drogas, entre ellos un matrimonio de origen colombiano que se encuentra en prisión provisional y que reconoció los hechos. Todos ellos están acusados de pertenecer a un ared afincada en Verín que distribuía cocaína comprada por el “cabecilla” (el citado preso) en Madrid, operaciones para las que se servía de un “correo”. El fiscal solicita penas de cárcel que suman los 50 años, así como multas millonarias. La red fue desmantelada en 2006 y la Guardia Civil se incautó de un total de 3 kilogramos de la sustancia citada anteriormente.

Todos ellos negaron ser los autores de las escuchas telefónicas reproducidas en la sala y que propiciaron sus detenciones, conversaciones que ponían de manifiesto los contactos de compra y venta que supuestamente mantenían, utilizando siempre frases como “quiero medio bocadillo; no me traigas participaciones de lotería, sino un décimo; prepárame un kilo y pórtate bien...”

El primero en prestar declaración fue Jorge Luis Rojas Espino, que llegó a la Audiencia junto a su mujer, ambos procedentes de la prisión de Pereiro de Aguiar. Manifestó que “soy culpable del delito de drogas que se me imputa y reconozco como míos los dos kilos de cocaína que se encontraron en el falso techo de mi casa, así como las máquinas para hacer los paquetes de droga que preparaba cuando mi mujer iba al colegio o al súper”.

Relató que compró la droga a un contacto en Madrid. “La iba vendiendo poco a poco a clientes portugueses y pocas veces vendí cocaína en Verín”. Sin embargo, Jorge Luis negó que Victoria Martínez, también imputada, fuese su “correo” para la compra de la droga en la capital madrileña. “La conocí cuando trabajaba de camarera en un bar de Ourense. Me contó que estaba muy mal de dinero y yo le ofrecí mi mercancía, pero dijo que no era de pureza suficiente. Entonces la llevé a Madrid para comprar cocaína y la pagó ella”.

Contó el acusado que su mujer, la también imputada Carmen Rosa Carrillo (reconoció traficar con droga pero se acogió al derecho de no declarar) “nos acompañó a Madrid, pero ella no sabía nada de nada. Le dije que íbamos a hacer unas compras y que aprovechaba para llevar a Victoria a que solucionase un papeleo personal”. Recordó que su esposa les esperó en un parque y que ellos fueron a un piso. “Compramos cocaína y Victoria pagó 20.000 euros”.

“Me ofreció 500 euros”

Victoria declaró ante el tribunal que Jorge Luis le había propuesto ser su “correo” ante la necesidad de dinero que tenía. “Fui a Madrid con Jorge Luis, su esposa y su hijo, y está claro que su mujer sabía perfectamente a lo que íbamos y además nos acompañó a comprar la cocaína”. Además, añadió, “él me ofreció 500 euros por traer la mercancía desde Madrid hasta Verín en el autobús, que fue cuando me detuvieron con casi un kilo”. La imputada aseguró que los había presentado Castor Martínez Martínez.

Por su parte, éste último dijo conocer a Jorge Luis y su mujer Carmen desde hace años, pero que nunca les compró droga y negó que cuando Jorge Luis fue detenido le llamase para decirle que fuese a su casa y se deshiciese de la cocaína escondida. En cuanto a Victoria, dijo, “la conocía porque me la presentaron sus hermanos, que son compañeros de trabajo”.

Élber Rojas Correa, su ex mujer Mireya Argüello Ardila, y el sobrino de ésta, Óscar Fabián Ardila, que vivían juntos en un piso de Verín, también negaron dedicarse al tráfico de drogas. El primero manifestó que compraba droga a Jorge Luis, pero que lo hacía en pequeñas cantidades y siempre para su consumo propio, negando así el tráfico.

Finalmente, Feliciano Sola insistió en que le compraba cocaína Élber. “Yo consumía a diario y compartía con otros drogadictos, pero nunca trafiqué”.

El juicio continúa hoy con la declaración de los testigos.