El Concello de Ourense ha hecho ya los cálculos estimativos del ahorro que va a suponerle la reciente instalación de una nueva óptica con bombillas de bajo consumo en la red semafórica de la ciudad y que se traducirá, según las estimaciones del concejal de Tráfico, Fernando Varela, en unos 830.000 euros menos anuales en el recibo de la luz. Casi nada.

La sustitución de bombillas convencionales por las llamadas bombillas "led" de bajo consumo está siendo una acción lenta pero progresiva de la mayoría de los concellos españoles, para paliar el "arañazo" que supone en los capítulos de gastos corrientes y mantenimiento de las administraciones locales el pago de los recibos del suministro eléctrico de sus instalaciones.

"Realizamos el cambio de ópticas en los 3.000 semáforos que tiene la red en el municipio y ahora, pasadas las semanas, hemos realizado ese cálculo estimativo del ahorro y llegamos a la conclusión de que estas bombillas suponen un 83% del consumo de kilovatios", explica el concejal de Tráfico y Seguridad Ciudadana de Ourense.

El precio estimativo de un kilovatio que cobra la empresa concesionaria es de 3 céntimos, con importantes rebajas para administraciones, pero es que en Ourense sólo los semáforos estaban consumiendo alrededor de un millón de kilovatios a la hora antes del cambio de estas luces de bajo consumo.

"No sólo mejoró la visibilidad de los semáforos, que es más nítida, sino que supone una ventaja para concello y usuarios porque en lugar de una sola bombilla son varias bombillas en cada una de las esferas, rojo, amarillo y ámbar, por lo que en caso de que se funda alguna de ellas, hay otras que iluminan esa esfera y no queda averiado el semáforo" , indica Fernando Varela. Lo que supone por tanto un ahorro en reparaciones. Con todo, los gastos que ha supuesto la instalación de estas bombillas "han sido muy inferiores a los beneficios pues sólo nos ha supuesto una inversión de 60.000 euros", advierte Varela.

No es sólo que estas bombillas consuman un 85% menos de energía electrifica, sino que además duran doce veces más. Eso sí, son mucho más caras y a partir de ahora le tocará al concello contar con los gastos de reposición.

Por otro lado las nuevas ópticas tienen una mayor resistencia a los impactos y golpes, algo importante pues los báculos semafóricos son muchas veces el punto de colisión de muchos de los vehículos que se salen de la vía. Además son bombillas más duras y las ópticas que llevan incorporadas reflejan menos el sol lo que facilita su visión por parte de conductores y viandantes.

Estas bombillas de bajo consumo fueron cedidas al Concello por el Instituto de Diversificación del Ahorro Energético del Ministerio de Industria. por lo que los gastos que costeó el concello fueron los derivados del concurso público para la instalación de de las mismas, pues la patrulla de obras del ayuntamiento no era suficiente para llevar a cabo este trabajo.