La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil detuvo a las 11.30 horas de ayer, en Allariz, a José Miguel Martínez Campos, de 36 años de edad, como supuesto autor de la muerte de sus padres, que aparecieron abatidos a tiros el pasado 26 de abril en el domicilio del matrimonio en el pueblo de Amendo, en Taboadela, Ourense. La operación policial se cerraba tras seis meses de investigaciones, con el arresto a las 20.00 horas de una segunda persona, M.R.R.P., de 35 años y amiga del imputado, como supuesta encubridora del doble crimen.

Los dos detenidos continuaban prestando declaración en la noche de ayer en la Comandancia de la Guardia Civil de Ourense. José Miguel Martínez, brigadista del servicio de extinción de incendios, en estos momentos de baja laboral, está incurso además en otros dos procedimientos, por las denuncias aún no esclarecidas de dos compañeros brigadistas. Uno de ellos fue tiroteado y resultó gravemente herido en septiembre de 2008, cuando se dirigía a su domicilio en Xunqueira, Ourense. El segundo procedimiento tiene relación con la denuncia presentada por otro brigadista de extinción de incendios, que acusa a José Miguel de haberlo maniatado y amenazado con una pistola.

Según fuentes próximas a la investigación, la captura de José Miguel Martínez Campos se aceleró, tras conocerse el temor de personas próximas a él, entre ellas su ex novia, que habían sido víctimas de conductas y frases supuestamente amenazantes contra su persona, por parte del ahora detenido.

La detención de José Miguel no transcendió hasta que culminó la operación, con el arresto de María Rosa R.P., de 35 años, vecina de Ourense y ex esposa de un amigo del detenido, al venirse abajo la cortada de la mujer, que habría actuado como supuesta encubridora, cuando declaró que José Miguel se encontraba con ella, en el momento de producirse el crimen de los padres del joven en Taboadela.

Los cuerpos sin vida de José Martínez Vázquez, de 65 años de edad, y de su esposa María Teresa Campos Márquez, de 63, fueron hallados a las 13 horas del domingo 26 de abril 2009, por la hija de ambos y hermana del ahora detenido, cuando acudía para comer y pasar el día con sus progenitores.

La joven entró en la vivienda, al ver que las puertas estaban abiertas y encontró a su madre en un habitáculo para los animales, tendida en el suelo en un charco de sangre. Al padre lo encontró a tres metros de distancia, en un patio hormigonado que utilizaban como terraza. La mujer presentaba dos disparos de pistola en el cráneo y el varón uno a la altura del cuello.

Hasta ahora no se habían encontrado indicios, según fuentes de la defensa, que relacionaran a José Miguel con la muerte de sus padres, pese a que el joven no tenía relación con ellos y en el bolsillo de una de las víctimas se encontró una carta anónima amenazante.