El director y realizador gallego Manuel Teo Abad presenta a concurso en la XIV edición de Ourense Film Festival "Flores tristes", un documental fruto de una ardua labor de investigación y a contrapelo de la desmemoria, que da voz a los represaliados del franquismo a través del testimonio de hijos, nietos o testigos de aquellos que fueron fusilados y enterrados en las fosas comunes y en las cunetas.

"Crecí oyendo a mis abuelos hablar de los cadáveres de los asesinados que aparecían cada mañana alineados en las calles de A Coruña", recuerda Manuel Teo "como una consigna y para que sirviera de ejemplo al resto de la población". De ahí nació su necesidad de contarlo, en clave a veces poética, como cuando cada testigo o descendiente de aquellos represaliados cuenta su relato portando en la mano unas flores que nacen en las cunetas abonadas simbólicamente por la vida de los represaliados . Grabado en alta definición "Flores tristes" cuenta a lo largo de sus 80 minutos de duración con la colaboración de actores gallegos como Mela Casal, Carlos Banco, Manuel Lourenzo, Carlos Blanco, Cándido Pazó, Isabel Blanco o Miguel de Lira, entre otros.

También ayer Diana Gonçalves presentó en el OUFF "Mulleres da raia", un documental en el que hizo "de mujer orquesta", afirma, pues hizo de directora, guionista, productora y en la que cuenta la emigración clandestina de la mano de mujeres valientes que sobrevivieron con el contrabando local.

"Sexo entre o ceo e a terra", o el placer "made in Galicia"

Y tras ese viaje a las fosas para desenterrar la voz de los hombres y mujeres que enmudeció el franquismo Teo Abad anunció ayer en el OUFF otro inminente estreno de su documental "Sexo, entre o ceo e a terra", un personal recorrido por la esencia del sexo en Galicia o cómo viven la sexualidad los gallegos, que en lugar de desenterrar entierran conceptos caducos "para demostrar, con la ayuda de etnógrafos y antropólogos, entre otros, que en cuestión de sexo los gallegos somos mucho menos aburridos de lo que se cree".

Este documental, que se estrena antes de finales de año, "descubre por ejemplo que el primer matrimonio del mismo sexo se ofició en Galicia entre dos maestras a principio de siglo, y que en Galicia donde ya hay locales de intercambio de pareja sin que medie dinero por medio, es uno de los pocos lugares donde no se demoniza ser hijo de puta o hijo de cura". El documental huye del testimonio de los profesionales del sexo y reivindica una sexualidad libre sin tarjeta de crédito.