El personal técnico del Centro de Desarrollo Agroganadero que el Inorde tiene en el municipio de Xinzo realizó un primer muestreo entre las 35 variedades de patata plantadas en la finca de ensayo de Antela, dentro del "Proyecto Patata", que trata de comparar la adaptación de tubérculos polacos, rumanos y húngaros a las tierras y condiciones climatológicas de A Limia. Las primeras impresiones permiten hacer estimaciones de recogida, de cualidades y del aspecto que tendrá cada patata, aunque los verdaderos resultados se conocerán a partir del día 20 de este mes, cuando se proceda a la recogida de toda la plantación y la realización de los análisis de calidad.

El técnico responsable del centro, Servando Álvarez, adelanta que las variedades de mayor producción son las polacas. "Tenemos una o dos variedades que superan de media los 80.000 kilos por hectárea, que son la Eugenia y la Flaming, tenemos la Koroa, Justa, Lord, la Zagloba, Elanda y la Denar". Observa que las diez primeras en producción serían prácticamente las polacas, aunque está por ver si la producción se traduce en patata aprovechable y también como resiste en almacén.

Pero un dato más significativo es el de la producción comercial, o sea, todo tubérculo que tenga entre 40 y 80 milímetros. Y al considerar este dato las tres primeras variedades en producción siguen siendo polacas (la Korona, la Flaming y la Elanda". Incluso la Korona llega a los 60 o 70 mil kilos, que "llevado a campo sería una producción excepcional", apunta el experto. En este ranking de producción comercial se empiezan a meter variedades como la Ruxandra, rumana, o la Démon, húngara.

Una vez recogidas las patatas de la finca de ensayo, el personal del Inorde procederá a realizarle las pruebas de calidad que determinarán cuál es el mercado más adecuado para cada variedad, o sea, el consumo en chips, para precocinados o bien para la venta en fresco. Aún quedan por delante más de dos meses de trabajo en el que analizarán 240 muestras de patatas.

Entre las 35 variedades plantadas en este segundo año de investigación los técnicos elegirán, para 2010, dos o tres de cada país para sembrarlas en campos de ensayo más amplios o incluso implicar a los agricultores y ponerlas a su disposición para que prueben ellos. Además, seguirán incorporando nuevas variedades de otros países.

Las polacas se muestran muy productivas, el aspecto visual de las rumanas es "excepcional" y de las húngaras destacan las variedades rojas. Hay polacas que llegaron a los 70.000 kilos de producción comercial, cuando la media de A Limia es de 35.000 kilos, para la Kennebec, 40.000 la Agria y 50 y 60.000 otras.