El ataque que ha destrozado un cajero automático en el centro de Ribadavia requirió el desalojo, en plena madrugada, de 25 vecinos que residen en la zona para prevenir, sobre todo, intoxicaciones por humo.

La investigación sospecha de un hombre de la zona, cuya identidad se desconoce por el momento aunque, según se ha averiguado, prendió fuego a un neumático y lo depositó junto a la máquina, en la entrada de la oficina bancaria.

Además, las llamas calcinaron la caja general de la instalación eléctrica del edificio, situado en el número 19 de la calle Ribeiro. Durante algo más de dos horas, tal y como confirmaban fuentes de la compañía, el suministro de luz quedó interrumpido, afectando en total a diez clientes del inmueble.

El ataque se produjo, indicaron fuentes del 112, minutos después de las 4,30 horas de la madrugada del jueves. La Guardia Civil se encargó entonces de desalojar a los vecinos de las viviendas colindantes, donde se propagaba también el humo desprendido por el cajero en llamas que afectó al interior de la oficina bancaria.

Los medios de extinción, formados por la Protección Civil de Ribadavia, ventilaron precisamente el edificio para evitar riesgos de intoxicación y hacer posible que, alrededor de las 7.30 de la mañana regresasen a sus domicilios todos los vecinos desalojados.

Según explicaban fuentes del servicio de emergencia de 112, no se extinguió por completo el fuego originado tras el ataque, con el propósito de que el Equipo Judicial de la Guardia Civil recabase las pruebas necesarias.

Fuentes de la investigación, que instruirá el Juzgado de Ribadavia, afirman que por el momento se contemplan todas las hipótesis de trabajo, sin descartar tampoco que se trate de un posible caso de violencia callejera, como se consideraba ayer desde algunos sectores de la localidad.

Contra la propiedad intelectual

Por otra parte, dos hombres de origen marroquí fueron detenidos en Xinzo, con música y películas que podrían estar pirateadas y con 6 equipos de ropa deportiva, presuntamente falsificada. Los dos apresados son A.D., de 25 años de edad, y A.H., de 43 años, están acusados de un presunto delito contra la propiedad intelectual. La Guardia Civil los sorprendió con todo el material cuando circulaban en su vehículo por la OU-531, entre Xinzo de Limia y Cortegada.