El presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, Francisco Fernández Liñares, se compromete a agilizar los expedientes de modificaciones urbanísticas y de planes generales de ordenación municipal que han tramitado unos treinta concellos de la provincia de Ourense sobre los que la entidad que representa tiene que emitir informes. Liñares da respuesta de esta forma a la preocupación que le expresó ayer el delegado territorial de la Xunta, Rogelio Martínez, por el "excesivo retraso" que acumula la tramitación, en el transcurso de una visita institucional que hizo a la sede de la Confederación Hidrográfica Miño Sil.

Fernández Liñares reconoce la existencia de retraso en los expedientes, por lo que intentará "ponerle remedio" a la situación. Admite que hay algún expediente o tramitación que "llevan un retraso excesivo. Ese va a ser un empeño personal mío y de la oficina, que es nueva; tenemos que agilizar los procedimientos administrativos. Es algo que le preocupaba al delegado".

El delegado territorial de la Xunta también demanda mayor agilidad en la concesión de permisos, por parte del organismo de cuenca, para que la Xunta pueda acometer trabajos de limpieza de los cauces de los ríos, con la finalidad de evitar inundaciones durante el invierno.

Rogelio Martínez resalta que la Confederación Hidrográfica Miño-Sil es un organismo nuevo, "con el que tiene que ganar Ourense", debido a que la mayor parte de las competencias se encuentran en esta ciudad. "Vamos a ganar, porque las decisiones se toman aquí, y no tenemos que esperar que vayan a Oviedo, que vengan de vuelta y que pasen por cuarenta manos". Sostiene que las confederaciones hidrográficas "pecaban del exceso de burocratización y de ciertas deficiencias en el funcionamiento, que a lo mejor son vicios que se venían arrastrando de muchos años atrás".

Para superar todas estas carencias, el delegado territorial de la Xunta defiende la necesidad de establecer una "leal colaboración" entre la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y la Xunta. Martínez reclama mayor celeridad en la resolución de los pequeños expedientes que plantean los ayuntamientos, que "no pueden estar parados por un informe que tarda de seis a ocho meses".

Fernández Liñares apuesta por un buen entendimiento entre la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y la Xunta, al considerar que la falta de una buena sintonía "iría en detrimento de la eficacia y del servicio que se le debe prestar a los ciudadanos".

Rogelio Martínez asevera que en estos momentos "no toca" plantear la posible transferencia de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil a esta Comunidad Autónoma, como reclama el BNG. Recuerda que es un organismo que se acaba de crear. "Lleva año y medio de vida, y no tiene mucho sentido decir que después de dar este paso hay que dar otro". Recuerda que la confederación tiene competencias en aguas internacionales y en otras comunidades autónomas.

Fernández Liñares recuerda que la provincia de Ourense depende de dos confederaciones hidrográficas; Lugo de tres –Cantábrico, Miño-Sil y Aguas de Galicia–; A Coruña, de una, Augas de Galicia –la Confederación Hidrográfica Miño-Sil sólo tiene 30 kilómetros cuadrados en dos o tres ayuntamientos–, y Pontevedra depende de Augas de Galicia y de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil. Galicia tiene cuatro administraciones hidráulicas. Y resalta que la CHMS es un "organismo territorial" que no tiene competencias que obedezcan a divisiones administrativas o políticas, sino a las curvas de nivel y al lugar hacia el que discurren los ríos.