El Concello de Ourense se amparará en informes técnicos para decidir cuál de las dos alternativas de trazado, incluidas en el estudio informativo sobre la integración del AVE en la ciudad, es la idónea para acoplar la infraestructura de alta velocidad al entorno urbano. Hasta el 29 de octubre se prolonga el plazo para la presentación de alegaciones y, por parte del consistorio, la variante preferida se conocerá en los próximos días, tras revisar el resultado de unos informes que los tres grupos políticos municipales acordaron en la pasada junta de portavoces.

Sin embargo, el alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, apuntaba su preferencia por algunos de los aspectos que caracterizan la "alternativa 2", de mayor longitud (en total, 17,1 kilómetros desde Taboadela a la Estación Empalme) pero proyectada para que el tren AVE pueda alcanzar cotas mayores de velocidad media: 180 kilómetros por hora en dirección a Ourense; y 192 cuando el tren salga de la ciudad.

"Esperaremos a la visión de los técnicos –se ha encargado la tarea a un ingeniero y a un arquitecto– para adoptar cualquier decisión política", conviene Rodríguez, quien sin embargo no esconde su preferencia por "hacer hincapié en que el trazado reduzca los tiempos de recorrido". Para incrementar la velocidad es necesario, debido también a otros motivos, mayor inversión porque la alternativa 2 requiere 577 millones de euros, 42 más que los presupuestados para ejecutar la propuesta número 1, cifrada en 535. La carestía, "aunque en una cantidad importante de dinero", no va a determinar la decisión que adopte el Concello de Ourense con la vista puesta en la aprobación definitiva de la integración urbana del AVE, confirma Francisco Rodríguez.

Tras la exposición pública de las propuestas de integración urbana del AVE, el consistorio, otros organismos y cualquier ciudadano disponen de un plazo de 30 días para presentar alegaciones. El alcalde reconoce que "si se llega a planteamientos concretos con base a nivel técnico" es posible introducir mejoras en el trazado. De la misma manera, anima a que desde cualquier colectivo o la ciudadanía se presenten observaciones al estudio informativo, expuesto al público desde el pasado martes.

El factor económico es uno de los aspectos más diferenciadores de los dos posibles trazados, que discurrirían de forma prácticamente mimética desde Taboadela hasta la estación Ourense-Empalme, concebida para ser el nudo de la comunicación ferroviaria en Galicia.

Las variantes se distinguen por la dotación de infraestructuras (la alternativa 1 contempla 6 túneles y 9 viaductos; mientras que la 2 incluye 5 túneles y 6 viaductos) pero, particularmente, defienden soluciones distintas al paso bajo la localidad de Rante, en San Ciprián das Viñas. Ambos trazados prevén la construcción de un gran túnel que, en el caso de la "alternativa 2" alcanzaría los 5.105 kilómetros de longitud.

Las dos variantes expuestas para estudio público recogen, sin embargo, apuestas decididas por optimizar la red de infraestructuras.

Cualquiera de los trazados conectaría Taboadela mediante vía de ancho europea con la estación Empalme. Pero, además, a la altura de Seixalbo, conectarían con la vía existente mediante una tercera de ancho ibérico, que también se extendería hasta el Empalme, permitiendo así bifurcar el tráfico de mercancías del de viajeros, y mantener el acceso de transporte a la fábrica de Coren.