Una pasarela peatonal de estructura atirantada, es decir sostenida por tirantes de acero, con 110 metros de luz y un diseño sinuoso unirá las dos riberas del Miño a la altura de las piscinas de Oira culminando además cuando remate la obra, un circuito totalmente cerrado de 15 kilómetros de paseos peatonales a orillas del río por la ciudad.

El alcalde de Ourense, Francisco Rodríguez, y el concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, presentaron ayer el proyecto elegido del que es autor Antonio González y "que creemos que se integra perfectamente en el río, pues se va adaptando a las sinuosidades y alturas del terreno", indicó el autor.

La obra tiene un presupuesto de 1,940 millones de euros, partida que incluye no sólo el costo de la futura pasarela sino los accesos a la misma que unen sobre la Nacional 120 las dos márgenes del río hasta Oira, y desembocan cerca de las piscinas, pero sin afectarlas, concretamente por detrás del denominado "pub playa" y muy cerca del Aula da Natureza.

Reivindicación vecinal

Pero al margen del diseño de esta obra de ingeniería que atravesará el río como un bello meandro arquitectónico el proyecto cumple una vieja reivindicación de los vecinos de ambas márgenes, pues según explicó el concejal de Medio Ambiente, "los vecinos de Velle y os de A Lonia habían pedido en varias ocasiones una solución alternativa para llega a pie a las piscinas de Oira y a l otro lado del río dado que su única forma de comunicación actual es a través del embalse de Velle".

Al ser este embalse de propiedad privada, los vecinos se encuentran a veces tras un recorrido a pie o en bicicleta a las piscinas, o a zona fluvial y recreativa de Oira, "con que ese paso por el embalse de Velle está cerrado y tienen que volver atrás", explica Demetrio Espinosa.

Con esta pasarela no sólo se dará un servicio a los peatones, que realizan estos recorridos ribereños, sino que se dará "cumplimiento a una vieja reivindicación de los vecinos de A Lonia y Velle.

Plazos de ejecución

Por su parte el alcalde mostró su deseo de que la adjudicación de esta obra, una vez que ha culminado el proceso de diseño y elección de la solución técnica de la pasarela peatonal, pueda realizarse antes de que remate el presente año.

A partir de ahí comenzaría la ejecución material de la pasarela que según el autor del proyecto debería estar rematada en el plazo de 6 meses, con lo cual el Concello espera poder ponerla en servicio para vecinos usuarios y caminantes, en junio o julio de 2010.

Demetrio Espinosa explicó ayer que con esta pasarela se cumple la necesidad de unión peatonal de las dos márgenes del río, en esa zona, dado que en Outariz, aguas abajo ya se construyó la pasarela que permite acceder a las termas desde la orilla izquierda del río.

La construcción de esta pasarela supondrá, como bien dijo el alcalde, la culminación de un circuito cerrado de 15 kilómetros de paseos fluviales a lo largo de los cuales el peatón no tendrá que atravesar ninguna carretera, pero también será la guinda de un proyecto de paseos ribereños que empezó a gestarse hace casi 20 años.