El jefe de Pediatría del Hospital Infanta Elena de Ourense, Federico Martinón Sánchez, ha detectado más de 350 casos de “hipercrecimientos parciales” o totales en la provincia, en los 44 años que lleva ejerciendo la profesión. Sin embargo, no llegó a conocer ningún gigante como Monchiño de Corvillon.

-¿Cómo contempla usted el caso del Gigante de Magarelos (Allariz)?

-Monchiño fue un gigante, y lo fue como todos los hipofisarios, sobre todo a expensas de brazos y piernas, que son muy largos y, como la mayoría, presenta rasgos acromegálicos: grandes manos y pies, arcos orbitarios marcados, prognatismo, grandes orejas debido al aumento de partes blandas y al gran crecimiento del periostio. Todo apunta a que sufría mamosomatotropos, dado que el paciente tenía gigantismo más secreción mamaria de leche. El pelo parece grueso y abundante, lo que es propio de esta afección. Es muy frecuente la disminución de la libido y la impotencia, que explicaría lo que se conoce de su sexualidad. Su debilidad progresiva y la muerte temprana en edad adulta son habituales, sin tratamiento, generalmente por enfermedad cardiovascular.

-¿Qué se entiende por hipercrecimiento?

- Se habla de hipercrecimiento o gigantismo cuando la talla es excesiva, concretamente más de 3 desviaciones estándar de la media poblacional y con ausencia de correspondencia familiar o bien cuando la velocidad de crecimiento es excesiva, aunque en ese momento la talla sea normal. Además, existen otros casos límite que han de ser estudiados individualmente, dado que tanto pueden ser formas óptimas de crecimiento como tratarse de trastornos patológicos.

-¿El hipercrecimiento es siempre global y permanente?

-No, tanto puede afectar a la totalidad y dar una talla alta definitiva, como a la mitad del cuerpo o a una región o a un sistema. Asimismo puede ser transitorio, como es el caso de la pubertad precoz, que de no tratarse, termina en talla baja y que es un proceso relativamente frecuente.

- ¿Cuál es la causa de los excesos de crecimiento?

-Muchos de estos trastornos tienen origen genético y se ha identificado la mutación o mutaciones del gen responsable. Otros trastornos son debidos a acciones hormonales.

-Cuáles son los límites y las causas del gigantismo?

-Una altura por encima de los 225 centímetros se cataloga como gigantismo y casi siempre se debe a exceso de hormona de crecimiento, debido a una secreción excesiva por un tumor o una hiperplasia de la hipófisis, que es la glándula que la produce. Cuando el trastorno se produce antes de la fusión de los cartílagos de crecimiento, da lugar a una talla y proporciones corporales excesivas, lo que se denomina gigantismo; si estos cartílagos ya se han fusionado se desencadena la acromegalia que es un aumento desproporcionado de las partes distales del cuerpo, como son las manos y los pies, así como la mandíbula y otras zonas de la cara. Entre los dos procesos existe una estrecha interrelación: todos los gigantes desarrollan rasgos acromegálicos y el 5-20% de acromegálicos tienen talla excesiva por lo que resulta claro que la enfermedad empieza antes de la fusión. Efectivamente han existido y existen casos de gigantismo, si bien son excepcionales, al menos los publicados, que están alrededor del centenar. En la actualidad el más alto y vivo, del que yo tenga noticia, es de Ucrania y se llama Leonid Stankid, en 2008 medía 254 centímetros y aún sigue creciendo. El crecimiento no es ilimitado; el más alto, conocido como gigante Alton -nombre de su lugar de nacimiento-, alcanzó los 272 centímetros.

-¿Cuál es la frecuencia?

-Su prevalencia es de 40 a 70 casos por cada millón de habitantes. De hecho, es conocido públicamente que la padecieron personajes celebres como Julio Florencio Cortázar, que impresionó a Borges, cuando le llevó su cuento “La casa tomada”, no solamente por su excelente calidad, sino también por su estatura, pues eran evidentes su gigantismo y rasgos acromegálicos. También están casos como el gigante musical de la esencia criolla y gran difusor del lunfardo, Leonel Edmundo Rivero.

-¿El gigantismo hipofisario tiene siempre un desenlace negativo?

-No, se puede modificar eficazmente con el tratamiento. La experiencia es extensa en los enfermos acromegálicos y puede ser aplicada con éxito en el gigantismo. La cirugía realizada por un cirujano con experiencia es el tratamiento inicial de elección. Cuando la cirugía no es posible o no se consigue controlar la secreción de hormona de crecimiento, existe la opción de la radiación y el tratamiento médico con octreótido, con una tasa de respuesta positiva cercana al 90%. El octreótido disminuye el tamaño del tumor en unos casos y en otros lo hace más blando, consiguiendo un mejor resultado en la cirugía. Cuando este medicamento solo no es suficiente se combina con otros fármacos... Existen otros trastornos hormonales que pueden ocasionar hipercrecimiento.