Javier Cruz González, el homicida confeso de la joven de Toén Laura Alonso, reconoce que es consumidor de drogas y ha decidido de forma voluntaria someterse a terapia en la prisión de Villabona, en Asturias, a la que llegó el pasado sábado desde el Centro Penitenciario de Pereiro de Aguiar.

Así lo confirmaban ayer fuentes oficiales, que señalaban que el recluso está en la Unidad Terapéutica y Educativa (UTE) de la cárcel asturiana, tras el eximente al que fue sometido por la junta de tratamiento, y que su intención es abandonar el consumo de drogas y poder alcanzar así la reinserción laboral y social cuando salga de prisión.

Aunque durante su declaración judicial en Ourense la madrugada del día 1 de septiembre, en la que reconoció que apretó el cuello de Laura Alonso con sus manos, produciéndole la muerte por asfixia, en ningún momento aludió a que fuera consumidor de sustancias estupefacientes ni a que la noche de autos estuviese bajo los efectos de las drogas. Pero su reconocimiento en la cárcel asturiana de dicha adicción podría servir como eximente en su defensa cuando se celebre el juicio.

Fuentes cercanas a Javier Cruz en Toén aseguraban cuando se produjo la desaparición de Laura Alonso y los indicios apuntaban a Javier Cruz como autor de los hechos, que el joven de 32 años consumía cocaína desde hacía tiempo. Incluso añadían que era habitual que acudiese a las puertas del domicilio de la víctima, en Xestosa, para pedirle dinero, a lo que al parecer, ella accedía.

El homicida confeso fue trasladado de la cárcel de Ourense a la de Villabona, por motivos de seguridad, con el fin de evitar así las represalias de otros reclusos o incluso que se autolesionara.

Sin embargo, Javier Cruz permanece en la prisión asturiana en régimen abierto, dado que no corre peligro alguno entre el resto de los presos, según confirmaban las fuentes consultadas.