Conseguir un paisaje urbano menos hostil aportando ayudas individuales para rehabilitar viviendas que superan en algunos casos los 60 años de antigüedad, así como mejoras colectivas como la dotación de ascensores o la supresión de barreras, para facilitar la calidad de vida de los vecinos de esas viviendas que son en su mayoría personas mayores. Estos son los objetivos prioritarios del concello para el barrio de O Polvorín en Ourense y y la zona de Camelias y A Carballeira que ha sido declarado Área de Rehabilitación Integral (ARI), una herramienta urbanística que permite una actuación poliédrica, que incluye desde el ámbito social al arquitectónico y dotacional, en una de las zonas más depauperadas de la ciudad y al que se destina una partida de 24.000.000 de euros.

El teniente de alcalde de Ourense, Andrés García Mata, presentó ayer el contenido de esta ARI, así como el ámbito de actuación del mismo, que comprenderá una superficie de 210.580 metros cuadrados.

Este ámbito de actuación incluye un total de 357 edificios que suman 2.290 viviendas y más de 6.000 vecinos. La peculiaridad de este proyecto según explicó García Mata, es que la mayor parte de las edificaciones que se ubican en este barrio de la ciudad datan de los años 60 y 70 y algunas incluso de los años 50, por lo que padecen los déficits de habitabilidad de un inmueble con casi 60 años de historia.

"Ésta va a ser una acción definitiva para la dinamización de nuestros barrios", afirma el teniente alcalde, quien explicó que este ARI que se plantea para Camelias, Polvorín y A Carballeira, quiere emular un modelo ya aplicado, el que se llevó a cabo en el casco histórico de Ourense y en el propio barrio histórico de Seixalbo.

Estas experiencias que suman ya diez años de fomento de la rehabilitación de viviendas y con resultados "reales y muy positivos, han supuesto la revitalización de estas zonas", indicó García Mata.

Así a día de hoy hay ya 136 actuaciones en ambas zonas "y ahora se trata de trasladar esta idea para que los barrios sean destinatarios de estas ayudas".

Por tanto se primarán ayudas para fomento de la utilización de energías renovables, mejora de la eficiencia energética y de accesibilidad, la habitabilidad y en último término el impacto ambiental.

De los 24 millones de euros que se repartirán en este ambicioso proyecto, 22 millones de euros proceden de fondos estatales y los otros dos millones de euros los aporta el Concello de Ourense.