El verano en Ourense cuelga el cartel de "lleno absoluto" en su recorrido termal a orillas del río Miño, donde cientos de vecinos y turistas disfrutan a diario de sus dos balnearios y sus numerosas bañeras de agua exteriores, además de amplias zonas verdes para conseguir el tono de piel deseado.

Esta masiva afluencia de visitantes llevó a los responsables de la Policía Local de Ourense a poner en marcha un dispositivo de vigilancia e información con el fin de mantener el cuidado de la zona y solventar las dudas de los usuarios.

De esta labor se encarga a diario en horario de tarde, Adrián, un policía local de 27 años cuyo trabajo tiene como originalidad el medio de transporte que utiliza, el segway, un patinete eléctrico que le permite recorrer varios kilómetros sin necesidad de hacerlo a pie, y no perderse así detalle de lo que pasa en cada momento.

Minutos antes de las cinco de la tarde, Adrián se enfunda su uniforme policial y se sube a su "compañero de patrullaje", del que no se separa hasta las once de la noche, hora a la que acaba su turno de trabajo. "Empiezo el recorrido en las charcas de A Chavasqueira, para continuar por O Tinteiro, la pista roja del colesterol, las pozas de O Muiño y las de Outariz. Cruzo la pasarela hacia el paseo de Reza, por debajo de la depuradora y también patrullo por el paseo de As Ninfas, cruzo el puente Romano y a veces llego hasta la playa de la Antela", cuenta Adrián.

Aunque los usuarios de las termas ya se han ido acostumbrado a ver a Adrián subido al sway, reconoce que los primeros días eran muchos los que le paraban para interesarse por el original vehículo policial. "Un turista de Marbella recordaba cuando en la época de Gil, sus hombres patrullaban en caballo y esta modalidad le parecía mucho mejor, por limpia y económica".

Este policía local de Ourense, que se muestra encantado con la experiencia veraniega que le han asignado sus superiores, asegura que la zona termal es tranquila y que no se suelen producir incidentes importantes. "Los usuarios, en general, respetan el lugar pero bueno, está claro que la presencia policial siempre intimida algo, sobre todo a las pandillas de jóvenes, que suelen hacer más gamberradas".

Jugar al despiste

Pero para evitar que se produzcan destrozos o conductas inadecuadas, Adrián ya se ha aprendido el truco. "No hago siempre el mismo recorrido a la misma hora, porque así la gente nunca sabe por dónde voy a aparecer ni en qué momento".

Destaca que sus intervenciones para mantener el orden, son sobre todo a causa de los perros. "Hay gente que los trae y no los ata, lo que suele incomodar a algunos usuarios".

Adrián se encarga también de avisar a los servicios municipales de la necesidad de reponer papeleras, de fallos en el alumbrado, y de desperfectos ocasionados por las lluvias. Además, son muchos los visitantes que le piden información sobre los horarios del tren termal y de que bañeras utilizar en función de los problemas de salud de cada uno. "Me encanta ayudar", concluye el joven policía.