El doctor Gallego estuvo ayer más presente que nunca entre los ourensanos. La humanidad y generosidad del que muchos conocían como el "médico de los pobres" volvieron a ser recordadas en el homenaje póstumo que le rindió el Concello de Ourense dos años después de su fallecimiento.

La corporación municipal en pleno, con el alcalde Francisco Rodríguez a la cabeza, se desplazó hasta una pequeña plaza ubicada en la zona del Jardín del Posío, que desde ayer lleva el nombre de Luis Gallego Domínguez, y en la que se asienta su busto.

Allí estaban sus dos hermanas, Olga, historiadora y miembro de la Real Academia Gallega, y Pilar, farmacéutica. Emocionadas en el recuerdo a su hermano y especialmente agradecidas por el cariño de los ourensanos, que ayer lo volvieron a dejar patente con su presencia en un sencillo acto.

De ahí que Olga Gallego tuviese un agradecimiento especial a todas esas personas anónimas que contribuyeron a hacer posible un homenaje a una persona que dedicó muchos días de su vida a los demás en un derroche de generosidad.

Huella perdurable

El doctor Gallego es uno de esos hombres que "dejan huella" por una trayectoria humana, como subrayó el alcalde de Ourense, que puso el acento en esas virtudes de generosidad, humildad y compromisos con los más desfavorecidos, que le hicieron merecedor del reconocimiento unánime de toda la sociedad ourensana.

Así lo recogió en el expediente de honores la juez instructora, la concejala de Servicios Sociales, Marga Martín, y que le llevaron a convertirse en uno de los hijos y vecinos ilustres de la ciudad.

Destaca que a lo largo de su trayectoria humana Luis Gallego "puso siempre el interés en la asistencia personal, universal y gratuita a generaciones enteras de ourensanos que de otro modo no podrían haber tenido".

Es por eso que el homenaje que se le rindió pretende dejar constancia a futuras generaciones de la trayectoria vital de un hombre que dedicó su vida a velar desinteresadamente por la salud de la población ourensana. Todo un símbolo de honestidad, entrega y defensor de la convivencia pacífica.