El asesino del matrimonio de sexagenarios de Amendo, en el municipio de Taboadela, pudo dejar restos de ADN que lo incriminen en el cuerpo de las víctimas en su afán por limpiar pruebas de la escena del crimen.

En este sentido, la Policía Judicial que lleva el caso afirma que, aunque la persona que cometió el asesinato fue muy meticulosa, “siempre hay algo que se le puede escapar”, por lo que están pendientes del resultado de estas pruebas que ya se encuentran en Madrid para ser analizadas.

De todas maneras, y aunque no hay un informe de balística firme, por la forma de las balas halladas la Policía cree que “el arma homicida, que no apareció de momento, es o bien una pistola o un revólver con un calibre del 38”.

En el caso de ser un revólver eso explicaría por qué no apareció ninguno de los seis casquillos de las balas, ya quedarían almacenados en el arma, pero si si se tratase de una pistola la Policía Judicial entiende que entonces el asesino se “habría tomados la molestia de recogerlos”.

Además, también se está a la espera de que entre hoy y mañana se reciban los resultados sobre el arma que se le incautó al hijo de las víctimas en el incidente con el brigadista de Xinzo y las balas halladas en el asesinato para cotejar si hay coincidencias o pruebas determinantes.

En este sentido, la Policía Judicial ya envió las diligencias previas a los tres jueces que llevan los tres casos en los que aparece el hijo del matrimonio, bien como imputado o como sospechoso, como sucede precisamente en el caso del asesinato de los padres.

Fuentes de la Policía Judicial afirman que “ambos jueces deberán trabajar en conjunto porque cualquier pista en uno de los casos puede determinar el desenlace de los otros”.

Otro de los datos que han transcendido y que se manejan en las investigación es que “el asesino es una persona conocida por el matrimonio”, añade la Policía Judicial, “porque el vecino que escuchó los disparos los confundió con ruidos de la caldera, pero no hubo gritos, lo que significa que las víctimas no se sorprendieron con la presencia de la persona en cuestión”.

En este punto la Policía Judicial investiga como sospechoso al hijo de la pareja, dado que se encuentra en tratamiento psiquiátrico, no tenía buena relación con sus padres y por los últimos hechos ocurridos en los que aparece como imputado.