Benedicto González a sus 55 años ha conseguido ascender a uno de los escalafones más altos del cuerpo de la Guardia Civil. El recién nombrado coronel y máximo responsable de la Comandancia de Ourense afronta su nueva etapa con entusiasmo y a la vez nostalgia porque en breve tendrá que dejar la provincia, aunque con la esperanza de volver, pero a título personal. Además está muy satisfecho por la labor que ha llevado a cabo en estos seis años.

- ¿Cómo conoció la noticia de su nombramiento, aunque ya lo sabía desde hace unos meses, no?

- Esto se conoce antes de tiempo, es por antigüedad, y yo sabía que la tenía desde el 18 de marzo, pero sólo faltaba su publicación, y el pasado lunes en el Diario Oficial de Defensa salió publicado, así que sólo se trata de cambiar las hombreras prácticamente.

- ¿Y qué sintió?

- Pues lo mismo que ayer (por el lunes) antes de comer y sigo en el mismo puesto de trabajo, con la misma gente y en la misma ciudad.

- Eso quiere decir que no va haber cambios en relación al destino.

-- Sí, pero no por ahora. El ascenso implica cambios, porque aquí en la Comandancia el puesto más alto que hay es el de teniente coronel, ¿cuándo?, pues ahora saldrá la oferta de vacantes a nivel nacional y de lo que sale cada uno elige lo que más le apetece y, a partir de ahí, se destina porque son de libre designación; es decir, de confianza.

- ¿Pero le apetece marcharse?

- No, por apetecer, no me apetece nada, pero yo ya sabía que cuando vine aquí mi actividad en Ourense se acababa cuando ascendiera. Hombre te duele marchar porque ya se han echado raíces. Fue una provincia que me acogió muy bien, vine encantando, me mantuve feliz y espero algún día acabar con mis huesos aquí porque es donde tengo mi casa.

- ¿Y qué balance haría de su paso por Ourense?

- Yo me voy satisfecho de lo que he hecho, pero para un gestor, como somos los responsables de las unidades, toda la labor que se ha hecho siempre es poca. Uno ha hecho lo que ha podido y con los recursos que ha tenido.

- Pues desde la Asociación de Guardia Civiles se ha dicho que usted ha sido de los que más a hecho en la Comandancia.

- Bueno, se ha intentado.

- ¿Qué proyectos quedan por hacer?

- En infraestructuras terminar lo que se empezó. Son 35 cuarteles en la provincia, por lo que para hacer un mantenimiento en profundidad se requiere tiempo. En seis años que estoy a punto de cumplir en la Comandancia se han hecho muchas cosas.

- ¿Y hacen falta más agentes?

- Las necesidades tanto en recursos materiales y humanos ya se elaboraron en 2003. A partir de ahí, las peticiones de aumento de plantilla se han mantenido. Cuando llegué éramos 794 y ahora 896, unos 102 más. Lo cierto es que todos los años tenemos nuevo agentes.

- En la última Junta Local de Seguridad se hablaba de una mayor colaboración entre Policía y Guardia Civil, ¿qué opina usted al respecto?

- Yo siempre he dicho que me considero un privilegiado. Esta es mi cuarta provincia por decirlo de alguna manera y nunca tuve ningún problema. Puedo decir que la relación con el cuerpo hermano, como yo le llamo, de la Policía siempre fue buena y de amistad y nunca hubo nada que nos separara. Yo siempre he tenido buenas relaciones con los comisarios y eso es lo mismo que le he transmitido a mi gente.

- Y para terminar, ¿quién va a ser su sustituto? ¿Sabe si será de esta Comandancia?

- No, aquí en el caso hipotético sólo podría ser el comandante, pero en el mes de mayo pasa a la reserva por edad así que nada. Y después desconozco si hay alguien interesado fuera de la provincia en la vacante. Cuando salga publicada la plaza ya se sabrá.