El próximo lunes se podrán reanudar las obras de emergencia en el claustro de San Francisco, en donde se construye el Archivo Provincial y la Biblioteca Pública, después de que el Concello de Ourense recibiese ayer una providencia del juez que lleva el caso del litigio entre la empresa a la que inicialmente se le adjudicaron las obras de construcción y el Ministerio de Cultura que luego le rescindió el contrato, según anunció ayer el alcalde Francisco Rodríguez.

De esa forma, la empresa ourensana Copasa, a la que se le adjudicaron la obras de emergencia, continuará con los trabajos iniciados, y luego paralizados por un recurso de la otra empresa, que son necesarios para evitar el deterioro del patrimonio histórico y cultural, uno de los argumentos esgrimidos por el concello ante el juez.

Francisco Rodríguez, que realizó el anuncio durante el encuentro con alumnos de Hostelería de Vilamarín que realizarán prácticas en la ciudad francesa de Quimper, con la que está hermanada Ourense, explicó que la providencia del juez se produce una vez superado el plazo de cinco meses que tenía la empresa para presentar alegaciones, que finalmente no se formalizaron.

En lo que se refiere a las obras, considera que la coincidencia entre las que determinaron en su momento los técnicos del Ministerio de Cultura y el perito judicial fue un aspecto determinante para que el juez autorizase la reanudación de los trabajos de emergencia que había suspendido al presentar un recurso la empresa.

Vicisitudes

Además de aludir a las “numerosas vicisitudes” por las que pasaron las obras de construcción del Archivo Provincial y la Biblioteca Pública desde hace unos seis años, el alcalde espera que en un plazo corto de tiempo se resuelva el litigio judicial que mantiene la empresa y el Ministerio de Cultura y, de forma definitiva, “se puedan concluir las obras de estas dos infraestructuras culturales”.

El continuo deterioro que viene sufriendo el claustro de San Francisco, en el que se llegó a producir un incendio debido al abandono en que se encontraban las obras, puede causar “daños irreparables en nuestro patrimonio arquitectónico”, como recalcó el alcalde, que no dudó en calificar todo el proceso que se está viviendo como una “historia demasiado larga y compleja”.